Son problemas a priori de adultos, pero que afectan cada vez a un mayor número de niños. Los casos de depresión y ansiedad en menores de 18 años no dejan de aumentar en la provincia de Alicante. Tanto, que las Unidades de Salud Mental Infantil han atendido en el último año un 40% más de casos de ansiedad respecto a 2009. Cerca de 3.400 niños recibieron el año pasado asistencia por este motivo en alguna de las once Unidades de Salud Mental Infantil que hay repartidas por toda la provincia de Alicante, según datos aportados por la Conselleria de Sanidad Universal. De manera paralela, 415 menores fueron tratados por depresión, lo que supone un incremento del 26% respecto a 2009.
A más edad, más niños tratados tanto de depresión como de ansiedad, aunque en el caso de esta última el verdadero aumento de diagnósticos se produce a partir de los 6 años. Con esta edad ya fueron tratados el año pasado 85 niños en toda la provincia.
Este aumento de atenciones coincide con los años de mayor incidencia de la crisis económica, por lo que psicólogos y psiquiatras afirman que esta es una de las causas de tanto malestar en niños y jóvenes. Padres que lo han tenido todo para dárselo a sus hijos y que de la noche a la mañana se encuentran sin empleo y con un cambio de vida radical. Imposible que los menores sean ajenos a esta situación.
No obstante, los especialistas que tratan habitualmente a estos jóvenes pacientes rechazan achacar a la crisis todo el peso de esta situación. «El problema es multifactorial, no obedece a una sola causa», señala Vicente Elvira, responsable del servicio de Psiquiatría en el departamento del Hospital de Sant Joan.
Uno de estos factores, cree Elvira, «es la ausencia total de límites» con la que se educa en muchas ocasiones a los niños y que lleva «a que éstos no conozcan lo que es la frustración». Una falta de límites que se combina, en muchas ocasiones, con unas jornadas laborales intempestivas y poca conciliación que finalmente desemboca «en mucha preocupación pero poca ocupación hacia nuestros hijos».
Demasiada protección
El hecho de que hoy en día se tengan pocos hijos hace que se les proteja, en ocasiones hasta límites insospechados. El psicólogo clínico de la Unidad de Salud Mental Infantil de Cabo Huertas, José Joaquín Nogueroles, pone un ejemplo. «El tema de la muerte ha desaparecido casi por completo de la vida de los niños hasta el punto de que hay adolescentes con 15 años que están convencidos de que sus padres no van a morir nunca. Tienen expectativas sobre la vida completamente distorsionadas». Para el psiquiatra infantil psiquiatra infantilFrancisco Fenollar, la sociedad de hoy «es excesivamente hedonista, parece que sólo tengamos que sentir emociones positivas». En su opinión, el aumento de las rupturas matrimoniales también está detrás del aumento de estos trastornos entre los menores.
Aunque la ansiedad suele estar más presente en todas las etapas del niño y del adolescente, los casos de depresión son menos frecuentes y, por tanto,más difíciles de diagnosticar. «A veces va camuflado como un trastorno de conducta, porque los síntomas con los que se manifiesta suele ser la irritabilidad, los trastornos del sueño, nerviosismo u hostilidad», explica Josefa Barragán, psiquiatra infantil de la Unidad de Salud Mental Infantil Cabo Huertas. La preadolescencia, en torno a los 10 u 11, años es el momento en el que se suelen diagnosticar estos problemas.
Para Vicente Elvira en el incremento de casos de ansiedad y depresión también influye de manera determinante la progresiva implantación y el buen funcionamiento de las Unidades de Salud Mental Infantil. «Son un recurso imprescindible, que la gente cada vez conoce más y recurre a él». De hecho, la unidad del Cabo Huertas ha duplicado su demanda en los últimos cinco años, pasando de las 400 a las 800 nuevas consultas anuales.
Con todo, los especialistas sostienen que el 90% de los adolescentes son normales.
