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Recuperación del Patrimonio

Las murallas de Alicante emergen del olvido

Los últimos descubrimientos arqueológicos en el Casco Antiguo quedarán unidos por un paseo turístico

Las murallas de Alicante emergen del olvido PILAR CORTÉS

Alicante estuvo rodeada de murallas desde el siglo XVI hasta hace apenas 150 años, cuando la expansión de la ciudad acabó con ellas derribando para siempre una trama defensiva de la que ahora empiezan a aflorar restos en el Casco Antiguo. Son vestigios diseminados que el Ayuntamiento quiere unir trazando un paseo de interés turístico que permita al visitante entender cómo eran las murallas y recorrerlas caminando al lado o «por encima» de los lugares por donde se erigía.

Esta ruta y su centro de interpretación, en el que trabajan distintas áreas municipales como Cultura, Memoria Histórica, Turismo y el Patronato de la Vivienda, permitirán entender, por ejemplo, que Puerta Ferrisa se comunicaba con el Torreón de la Pólvora, recién restaurado en la plaza del Puente con mármol rosado y que alcanza unos cuatro metros de altura, a imagen y semejanza de la torre defensiva original, que se perdió y de la que sólo quedaba la sillería original de la base.

«Se trata de que el público pueda entender cómo se disponían las murallas en la ciudad y cómo ésta se las comió como medida de expansión y saneamiento, un crimen que ahora no entendemos», apunta Gaspar Mayor, responsable del Patronato Municipal de la Vivienda, entidad que se encarga de la ordenación y promoción del Casco Antiguo.

Aparte de la recuperación del Torreón de la Pólvora, considerada una operación arqueológica de trascendencia por el gobierno local, otros restos que ha ido apareciendo se sitúan en el acceso por Jaime II al Portón, en el marco de unas obras de urbanización supervisadas por la Generalitat. Así como entre el Portón y San Cristóbal, unos vestigios que, según explica Pablo Rosser, jefe de Patrimonio Cultural y Memoria Histórica, se tienen que terminar de excavar para acondicionarlos y abrirlos al público. Se trata de distintos frentes de la muralla del siglo XVI y bajorrelieves, así como un refugio de la Guerra CivilGuerra Civil, lo mismo que restos de calzada, que aparecieron en el marco de un proyecto de correcciones hidrológicas y restauración paisajística que se ejecutaba en la zona.

Otro punto donde han aparecido restos está en la plaza de Quijano, donde ha aflorado en el subsuelo el trazado del refectorio del desaparecido convento de los Agustinos así como un refugio que el Ayuntamiento también quiere poner en valor y que conecta con la plaza del Carmen.

«Son restos aislados de diferentes siglos porque las murallas, igual que se construyeron, se derribaron por el desarrollo urbano. Así que hay que entender cada punto por su conexión con el anterior, y eso es lo que queremos unir mediante el paseo», insistió Gaspar Mayor. Se trata de lugares de interés que, en opinión de Rosser, también arqueólogo, «sin duda cambiarán radicalmente la visión que se tiene de Alicante y su actividad turística y comercial».

El itinerario por la antigua muralla se completará con explicaciones complementarias y exposiciones en el centro de interpretación del patrimonio y de la memoria histórica de Alicante que albergará el palacio de Labradores 15, un edificio barroco de mitad del siglo XVIII. En el palacio está previsto que se habilite una sala de turismo que organizará visitas guiadas por el Casco Antiguo, tanto por los yacimientos hallados con restos de la muralla como por sus monumentos y rincones singulares.

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