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ENTREVISTA: Cecilia Sirvent

«El cáncer te puede quitar años de vida, pero tú decides cómo vivirla y eso es muy poderoso»

«Mi hija siempre me dibujaba con pelo o peluca», recuerda la enfermera, que superó un cáncer

«El cáncer te puede quitar años de vida, pero tú decides cómo vivirla y eso es muy poderoso» hÉctor fuentes

¿Cómo surge la idea de escribir un libro en el que plasmar su experiencia como paciente con cáncer de mama?

Durante los seis meses en los que estuve recibiendo tratamiento de quimioterapia y radioterapia una forma de desahogarme era escribir en un pequeño diario. Llegó un momento en el que dejé de escribir y al año y medio, cuando me hicieron la cirugía de reconstrucción, lo volví a leer y vi que había cosas muy intensas. Mi marido me animó a que plasmara todo eso en un libro para ayudar a otros pacientes. Un amigo, David Hernández, se ofreció a ayudarme con las ilustraciones de una manera totalmente altruista. El libro está ilustrado con sus dibujos y con los que me hizo mi hija de cinco años durante esos meses en los que estuve en tratamiento. Curiosamente ella siempre me dibujaba con pelo o peluca.

¿Qué quiere transmitir a los enfermos que lo lean?

El libro es ante todo un canto a la vida, porque ésta es única e irrepetible. El cáncer te hace ver que no está en tu mano decidir cuánto vas a vivir, pero nadie te puede robar el cómo vivir. Esta enfermedad me ha enseñado que todos tenemos un recurso latente, esperando a activarse cuando es necesario. Quiero hacer ver a los pacientes que todos tenemos un motivo para luchar, en mi caso mi motor fueron mis hijos. Mucha gente me dice que yo he afrontado tan bien la enfermedad porque soy así de positiva. Pero realmente, cuando me dieron el diagnóstico me quedé en estado de shock, no me quedaron lágrimas para llorar. Pero de repente, sale algo de dentro y eso te impulsa a luchar por la vida. El cáncer te puede quitar años de vida, pero la forma en la que decides vivirla es decisión tuya y eso es muy poderoso.

¿Cómo vive una enfermera ponerse al otro lado y convertirse en paciente?

Para mi fue todo un shock. Primero el diagnóstico de esta enfermedad tan brutal y que a mí me llegó con 37 años, cuando llevaba una vida perfecta. Fue tremendo verme al otro lado, como paciente oncológica, porque conoces los miedos, los efectos secundarios de la medicación... Cuando me dejé llevar fue mucho mejor. Por eso el libro es también un agradecimiento a quienes me han acompañado durante este tiempo: a mi familia, mis amigos y mis compañeros del hospital.

¿Cómo le ha cambiado el chip la enfermedad?

Ahora procuro evaluarme cada día y no repetir las cosas que he hecho y que no me gustan. No sé qué va a pasar en el futuro, pero no quiero vivir con miedo a la enfermedad. La próxima revisión es en marzo y si hay algo, lucharé on la misma fuerza.

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