Videovigilada. Así está la Rambla de Méndez Núñez, donde el Ayuntamiento ha instalado al menos dieciocho cámaras en distintos puntos de la avenida que grabarán las 24 horas del día el carril bus, al que están orientadas, con la intención de captar las matrículas de los coches que aparquen o circulen por el ramal del transporte público para multarlos. Las cámaras de la Rambla se han instalado en el último mes y ahora estarán otro en periodo de prueba. Después empezarán a sancionar, según confirmó ayer el concejal de Tráfico y Transportes, Fernando Marcos, en un sistema de control de la circulación en el centro que se suma a las cámaras que graban y multan a quienes entran con sus vehículos en el Casco Antiguo.
La sanción a la que se enfrentan los conductores que estacionan su vehículo en un carril bus, obstaculizando así el paso al transporte público, puede alcanzar los 200 euros, que se reduciría a la mitad con el pago inmediato. Y circular por un carril bus puede suponer una multa de 90 euros, que se quedaría también en un 50% si se abona anticipadamente. Sin embargo, el edil niega que exista un afán recaudador con los dispositivos recién instalados en la Rambla y afirma que la intención del tripartito con ésta y otras medidas que quiere implantar es agilizar el transporte público. El sistema se completa con carteles informativos sobre el control con cámaras del carril bus y taxi en la zona del Portal de Elche, a la altura de la Casa de la Festa y junto la Torre Provincial para quienes bajan desde Alfonso el Sabio. «No es una medida recaudatoria. Pretendemos que el carril bus cumpla su función. La finalidad es que no haya coches aparcados con la mejora de la velocidad comercial del autobús como eje y que el servicio de transporte público sea lo mejor posible con el objetivo de atraer a más usuarios. Para ello hay que controlar que el carril bus está libre de circulación», dijo.
Las 18 cámaras instaladas, algunas en postes que se han tenido que clavar en la acera y otras en semáforos, están en periodo de pruebas para comprobar que el sistema es correcto pero «en un plazo no superior a un mes se multará». Marcos aclaró que las sanciones no serán automáticas a todos los vehículos cuyas matrículas se graben invadiendo el carril bus sino que las imágenes se visionarán y discriminarán entre quienes hayan incurrido en un despiste y quienes recorran todo el ramal como si fueran un carril ordinario o dejen sus vehículos estacionados. También quedarán excluidos del control los vehículos que accedan y salgan del parking de San Cristóbal. Según fuentes municipales, el tiempo de rotación para recibir una multa será de cinco minutos. Pese a los carteles, las cámaras y a la presencia puntual de agentes informando, «la gente sigue parando igual», dijo un trabajador del servicio de limpieza. «Esto está lleno siempre de coches, otra cosa será cuando la gente empiece a recibir las multas en casa», añadió.
La Rambla es la primera gran avenida en la que se implanta la videovigilancia, que el tripartito quiere ampliar a más arterias con carril bus como Federico Soto, donde próximamente se instalarán cámaras. El Ayuntamiento, asimismo, quiere crear más carriles bus en la ciudad para optimizar el transporte público. «Queremos que sea ágil y atractivo, de lo contrario no tiene la gracia que ha de tener porque la gente seguirá usando sus coches particulares». La instalación de las cámaras en la Rambla y próximamente en Federico Soto así como el programa informático para gestionar las imágenes de las matrículas y las multas se adjudicó en abril por 168.250 euros.
