La Conselleria de Igualdad multiplicará por 10 el personal que en la provincia valora a los dependientes para que éstos puedan acceder a alguna de las ayudas o servicios que contempla la leyacceder a alguna de las ayudas o servicios . Así lo anunció la secretaria autonómica de Servicios Sociales, Sandra Casas, durante una reciente visita a Alicante. El objetivo es acabar con la lista de espera de más de 3.000 personas que aguardan a que un trabajador social valore su estado y así poder acceder a alguno de los servicios o prestaciones que contempla la ley.
Hasta el momento, y según explica Sandra Casas, «sólo había cinco valoradores para toda la provincia de Alicante». Una situación que llevaba a que grandes dependientes esperaran hasta un año para ser valorados, como ha denunciado este periódico en alguna ocasión.
El plan de la conselleria es destinar a este cometido al equipo de trabajadores sociales de los servicios municipales de atención a la dependencia. Un personal formado en la provincia por 46 trabajadores sociales que desarrollan su labor en los Ayuntamientos pero que su salario lo paga la Generalitat. Hasta ahora, este personal se dedicaba, entre otras cuestiones, a asesorar, hacer informes o tramitar reclamaciones relacionadas con la Ley de la Dependencia. Nunca a valorar. Sandra Casas asegura que se trata de un plan piloto que comenzará a funcionar en la provincia de Alicante y, según su éxito, se implantará en el resto de provincias.
Durante su visita a Alicante, Casas, acompañada del director general de Diversidad Funcional, Antonio Raya, celebró una asamblea con usuarios, familias y trabajadores del sector de la diversidad funcional, con la que se dio el pistoletazo de salida a la reordenación de centros, servicios y programas, «a través de un proceso altamente participativo, con el que se pretende que los colectivos implicados den su opinión».
De este encuentro surgirán las mesas sectoriales que vayan definiendo los diferentes apartados de esta reordenación: tipología de recursos, cartera de servicios, características físicas y condiciones materiales de los centros y servicios, plantillas, etc.
Una de las grandes apuestas de esta conselleria «será el municipalismo para los servicios sociales de base». Un terreno «en el que jamás había habido una interlocución con la conselleria», recuerda Casas. En este sentido, «queremos mantener reuniones periódicas y apostar por un sistema de flujos de trabajo para conocer a tiempo real cuál es la situación de las personas y poder ofrecerles una atención de calidad». Casas recuerda que el Consell «ha frenado el desmantelamiento de los servicios sociales municipales» propuesto por el Gobierno central para enero.
