Los incendios forestales están detrás de la pérdida de suelo en las montañas de la Comunidad, aunque no son la única causa. El abandono de una agricultura tradicional basada en terrazas y el traslado a los pie de monte de algunos cultivos favorecen el aumento de la erosión. Pasado un tiempo, la vegetación rebrota o renace en los montes gracias a la dispersión de semillas provocada por el fuego. La intervención (o no) post incendio y la investigación sobre los complejos cambios que provoca el fuego resulta esencial para frenar la erosión. j. S.