Cumpliendo con la tendencia nacional y con la peor de las previsiones, la provincia de Alicante ha comenzado el ciclo de pérdida de población al registrar, por primera vez al menos en las últimas décadas, más muertes que nacimientos. De esta manera, durante el primer semestre de este año se han contabilizado 7.312 nacimientos frente a 8.286 defunciones. Es decir un saldo vegetativo negativo de 974 personas. Así se desprende de los últimos datos sobre población publicados ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

Aunque las anteriores previsiones del INE ya auguraban una tendencia a la caída de población en la provincia desde 2014, ese año se cerró con un saldo positivo (con 1.103 nacimientos más que defunciones). Sin embargo, en el primer semestre de 2015 ha ocurrido lo contrario y las muertes superan a los nacimientos. No obstante, desde el INE advierten que, para confirmar la tendencia, habrá que esperar a que acabe el año y se disponga de los datos de los doce meses, teniendo en cuenta que los primeros meses del año se caracterizan por tener «mayor mortalidad y menor natalidad que los segundos semestres».

Terceros

En el conjunto de la Comunidad Valenciana durante el primer semestre del año también se han producido más muertes que nacimientos, figurando como la tercera autonomía con mayor descenso de nacimientos. La natalidad se ha reducido un 3%, en comparación con el primer semestre de 2014, registrando 20.913 nacimientos. Las defunciones, por contra, han aumentado un 11% con respecto al mismo periodo, al contabilizarse 23.683 muertes. Una consecuencia directa del envejecimiento poblacionalenvejecimiento poblacional.

Así, mientras en el primer semestre de 2014 se mantenía un saldo vegetativo positivo, la tendencia se ha invertido en los primeros seis meses de 2015 con una pérdida de población de 2.770 personas en las provincias de Valencia, Alicante y Castellón.

La tendencia a la pérdida de población en la provincia y la Comunidad sigue la línea de lo que ocurre en el conjunto de España, donde en el primer semestre del año se perdieron 19.268 habitantes como consecuencia de la suma de dos factores: el descenso de la natalidad (se redujo un 0,8%) y el aumento de la mortalidad (subió un 10,5%). En el caso de los nacimientos se vuelve a la tendencia descendente desde 2008 y que se vio interrumpida el año pasado con un repunte de la natalidad.

El saldo negativo entre nacimientos y defunciones no se registra en el conjunto de España desde hace más de 15 años (puntualmente se registró un saldo negativo en el primer semestre de 1999) y que, en un año completo, no se da desde principios del siglo XX. Supone cruzar una línea roja del saldo vegetativo negativo. Además, la cifra de niños nacidos en estos seis primeros meses (206.656) es la más baja desde el primer semestre de 2002.