La Generalitat y la asociación empresarial Feermed firmaron ayer un manifiesto conjunto para exigir al Gobierno central que considere «prioritario» el Corredor Mediterráneo, y pedirán a los partidos que incluyan este proyecto en sus programas electorales. El encuentro se produjo para denunciar el retraso que sufre la ejecución de un corredor que debía haber estado acabado entre Barcelona y Valencia este mes, y con Alicante en 2016, pero que, como pronto, no se podrá inaugurar hasta 2017. Además, el Ministerio de Fomento, sigue sin concretar si el ferrocarril de carga en alta velocidad llegará al puerto de Alicante. El presidente de la Generalitat, Xinzo Puig, firmó el acuerdo junto con el presidente de Feermed, Joan Amorós, y los alcaldes de Castellón, Valencia, Alicante y Elche.

«Hemos de pasar de las palabras a los hechos», señaló Puig, que hizo un llamamiento a «estar lo más unidos posible» para reivindicar la infraestructura, y anunció que presentará una propuesta en las Cortes para que los grupos parlamentarios se sumen a esta reivindicación. El PP se sumó al manifiesto pero la presidenta del partido en la Comunidad Valenciana, Isabel Bonig, criticó las formas y que se le hubiera pasado el manifiesto sólo dos horas antes. Bonig recordó, por otro lado, el «compromiso» de Fomento con el corredor con una inversión de 1.100 millones de euros en 2016 para construir un tercer carril para la carga. Consell y empresarios quieren una línea propia.

Por su parte, el presidente de Feermed, Joan Amorós, advirtió de que la situación actual del Corredor Mediterráneo es «insostenible e inadmisible», y avanzó que esperarán la constitución del nuevo Gobierno. Si el proyecto no se resuelve actuarán de forma más contundente ante las instituciones europeas. Feermed reclama un cambio «copernicano» en las políticas de desarrollo de la red ferroviaria «enfocadas a un concepto radial no rentable», y exige que las inversiones que se lleven a cabo se realicen con un criterio «estrictamente socioeconómico».