La firma del acuerdo por el que la Junta Central de Usuarios del Trasvase Júcar-Vinalopó, con extensión a las comarcas de l´Alacantíy la Marina Baixa, para que el agua (50 hm3 al año) llegue desde el polémico Azud de la Marquesa -rechazado frontalmente desde 2005- ha provocado un auténtico terremoto en el sector agrícola de la provincia y, en concreto, en el frente común que se había creado hace sólo 15 días -Foro Pro Agua- para luchar contra el ninguneo que sufre la provincia en el reparto del agua en España. El portavoz del Foro, el catedrático Antonio Gil Olcina, reclama, en nombre de todos los integrantes (menos uno, ya que la Junta Central, firmó el protocolo) una rectificación urgente al presidente de los regantes y usuarios el trasvase, Andrés Martínez, para que no se firme en convenio el próximo día 16 si no se incluye la toma de Cortes de Pallás, la única que garantiza agua potable y hacer viable la compra de agua.

Según el Foro, del que forman parte los institutos interniversitarios de Gegrafía y Agua de la Universidad de Alicante, Coepa y, entre otros la Miguel Hernández, los problemas ambientales que sufren los acuiferos y la falta de recursos no se solucionan con el agua del Azud de la Marquesa, cuyos recursos «son inviables para el uso para el riego de hortalizas por los serios problemas para la salud pública que pueden acarrear si no se pasan previamente por un proceso de depuración». Para Antonio Gil Olcina «lo que sucedió el miércoles en Madrid es un ejercicio de deslealtad para la provincia y para los que hemos defendido siempre que llegue agua de calidad a la provincia de Alicante».

Antonio Rico, director del Instituto Interuniversitario de Geografía, va más allá al calificar la firma como una traición a la provincia de Alicante «porque los efectos son mucho peores que los del memorándum del Tajo, que ya vemos como ha dejado el trasvase al Segura». Por su parte, Andrés Martínez, considera que el protocolo del Azud de la Marquesa, que se plasmará en convenio negro sobre blanco el miércoles 16, en el cénit de la campaña electoral, abre una puerta, incluso, a recuperar la toma de Cortes, incluso aunque el nombre no figure en el protocolo, aunque el propio Ministerio de Agricultura ni fija lugar, ni plazo para aprobar los 30 hm3 de agua potable que regularían en un próximo plan de cuenca. «La irresponsabilidad con el abastecimiento de los habitantes de Vinalopó es supina y lo único que se demuestra es que este Gobierno ha sido tan nefasto o más que el anterior», subraya Antonio Rico.

Por su parte, Eladio Aniorte, presidente de Asaja-Alicante, señala que «El grave error que cometió el PSOE derogando de manera injusta e unilateralmente, de la noche a la mañana y sin contar con nadie, la toma de Cortés de Pallás se consuma ahora sin el que PP haya defendido lo que tanto urge. Han agotado todas las vías de negociación y cuando vemos que nuestros campos se secan, que necesitamos agua para regar ya, nos ofrecen la basura. Tenemos sobre nuestras cabezas la presión de nuestros campos que se secan, la urgencia de mantener nuestros negocios y para ello necesitamos dar de beber a nuestros cultivos. Se trata de morir o vivir y seguro que nadie en su sano juicio opta por fallecer». Asaja-Alicante mantiene su postura inmóvil en lo que respecta al trasvase Júcar-Vinalopó. «Necesitamos Cortés de Pallás. Es la mejor solución para esta tierra y la más conveniente al traer recursos de calidad y a un precio razonable para la producción agrícola y, también, desde el punto de vista de la protección al medio natural porque puede acabar con la sobreexplotación de acuíferos». Aniorte reiteró que «cuando uno se seca, acepta veneno y la necesidad es muy grande, pero nuestra tierra merece y nuestros cultivos precisan recursos de calidad. Por ello, creemos que nos han metido un gol. Nos han dejado contra la espada y la pared a quienes nos dedicamos al sector agrícola y necesitamos encarecidamente la toma de Cortés. De momento, sólo conseguimos poder seguir regando. Por ello, nuestra lucha y trabajo no cesará aquí. Tendrá que ser más duro de aquí en adelante porque están agotando todas nuestras posibilidades».

Por su parte, la consellera de Agricultura, Elena Cebrián, ha acogido con satisfacción la posición del Ministerio de Agricultura respecto a la toma del Asud de la Marquesa, como defiende el Gobierno Valenciano frente a la oposición del Partido Popular, pero lamenta haberse tenido que enterar del protocolo firmado el miércoles sobre transferencia de recursos hídricos del Júcar al Vinalopó por una nota de prensa. Tampoco considera que debería haber contado con otros usuarios de la cuenca cedente.

«Es decepcionante que el Ministerio vuelva a comprometer medidas relacionadas con la transferencia y abastecimiento de agua que afectan a la Comunidad Valenciana sin contar con el gobierno autonómico afectado por sus decisiones», ha declarado Elena Cebrián recordando el precedente de otro acuerdo sobre abaratamiento de agua procedente de la desaladora de Torrevieja, que ya suscitó una queja de la consellera ante la Ministra en una reciente conferencia sectorial.

Aunque el protocolo tiene características «claramente electoralistas» dos días antes del comienzo de la campaña para las generales, Elena Cebrián se congratula, en todo caso, de que la ministra se comprometa a «aplicar posibles exenciones a la recuperación de costes en lo que afecte a la conducción Júcar-Vinalopó y las instalaciones de desalinización de Mutxamel» y de que, por fin, acepte el Ministerio una «gestión integrada de los recursos hídricos» de acuerdo con la Directiva Marco del Agua, por la que ha abogado la Conselleria desde el inicio de legislatura. «Echamos de menos», añade la consellera de Agricultura y Medio Ambiente,«que el Ministerio no se refiera en este acuerdo a la reparación del embalse regulador de San Diego, en Villena, fundamental para el aprovechamiento del trasvase Júcar-Vinalopó, pero que ha permanecido averiado e inoperante a lo largo de la legislatura».