El gasto de los españoles en productos falsificados podría alcanzar los 3.000 millones de euros al año, según el director general de la Asociación para la Defensa de la Marca (Andema), Jose Antonio Moreno. El anuncio se realizó ayer a partir de un estudio elaborado hace dos años por Andema junto a la OAMI. Esos 3.000 millones de euros salen, según Moreno, de «la economía real, que crea puestos de trabajo, que alquila locales, que paga impuestos» y que con todo ello fomenta «el círculo virtuoso de la riqueza».

Por contra, el dinero gastado en productos falsificados «se va fuera» y se blanquea mediante delito fiscal o contrabando y de esta manera «sale del circuito de la riqueza, lo que significa que somos todos más pobres».

El director de Andema apeló a la responsabilidad del consumidor porque con «sus 20, 30, 40 ó 50 euros» de compras en productos legales está moviendo la economía y posibilitando empleos en el comercio y en la industria y en la comunidad autónoma.

Por su parte, el presidente de la CECU, Fernando Móner, aseguró que «en un alto porcentaje los consumidores españoles saben que compran productos falsificados pero no el impacto que ello puede tener» y alertó de que «todos somos responsables de esta actividad ilícita y todos debemos buscar soluciones». Un 52% admite que compra productos falsos.