«Desde que los niños tienen poco más de dos años hay que empezar a contarles cuentos pero sin acabar, dejarle con el deseo de más», primero con imágenes que deba completar dibujando y más tarde por la ilusión de leer como sus padres. El coordinador del Grupo Leo, Diego Gila, echa en falta que la animación y el gusto por la lectura proceda más de la familia y que haya mayor implicación en el currículo educativo.

Ayer celebraron en el Club INFORMACIÓN sus primeros 30 años como docentes voluntarios animando a la lectura al conjunto del alumnado desde Infantil a Secundaria. La primera semana de literatura infantil data del año 85 e implicó a 7.000 escolares. «El balance es positivo, numerosos encuentros con autores, actividades en La Tiza y la Cibertiza todas las semanas, maratones de lectura, concursos y un largo etcétera».