Los Bomberos están que arden y así lo demostraron en el pleno ordinario celebrado ayer. Los efectivos exigieron al alcalde, Gabriel Echávarri, con carteles y un escrito respaldado por 115 firmas, que dote al servicio de más personal para las guardias. «Echávarri cumple los mínimos», se leía en los carteles que exhibieron. El conflicto en Bomberos se ha agravado en las últimas semanas, con la decisión de reducir a 24 los efectivos mínimos de guardia, la dimisión de tres de los cuatro oficiales y la falta de un jefe de Bomberos, dado que desde que el tripartito relevó al anterior en octubre su puesto se cubre provisionalmente, y solo para funciones administrativas.

Ayer, los Bomberos aseguraron sentirse «desatendidos» y en un servicio «a la deriva». Abordaron en un receso al edil de Seguridad, Fernando Marcos, a quien algunos trabajadores reprocharon no haber visitado todavía por el parque. El edil les trasladó que quieren realizar un estudio serio sobre las necesidades y aludió a la aprobación de 80.000 euros en el pleno para pagar los refuerzos, si bien admitió las limitaciones presupuestarias para dotar de mayor personal al Cuerpo.

En el pleno se debatió una propuesta de Ciudadanos para elaborar una ordenanza de tasas que permita alquilar la Casa del Fuego del parque de San Juan para formación. No salió adelante. El edil de Seguridad consideró que, antes de ello, hay que darle uso a las instalaciones y«reformar» el servicio para «fortalecerlo». Reiteró que es un «castillo de naipes» por la «precariedad de su estructura de mandos» y que se han iniciado los trámites para contratar a un jefe. «Primero hay que arreglar el desaguisado en Bomberos y Policía Local», dijo en otra intervención para rechazar una mesa propuesta por el PP sobre seguridad y convivencia.

El que, con toda probabilidad, sea el último pleno municipal ordinario antes de las Elecciones Generales del 20 de diciembre se llenó de iniciativas de debate estatal. Ese tinte «electoralista» es, precisamente, lo que alegó el tripartito (PSOE, Guanyar y Compromís) para negarse a votar una iniciativa del PP, apoyada por Ciudadanos, a favor de la unidad de España. La iniciativa salió adelante con los 13 votos de PP y C's (faltó un edil de Ciudadanos) y sin el voto del tripartito, que se reflejará en el acta como abstención.

«Pantomima»

La portavoz del PP, Asunción Sánchez Zaplana, defendió la iniciativa apelando a la Constitución y aunque dijo esperar una respuesta similar a la de las Cortes (PSOE se abstuvo mientras sus socios de Compromís y Podemos votaron en contra de una iniciativa similar presentada por Ciudadanos y apoyada por el PP), se encontró con que el tripartito se negó a votarla. Así, el equipo de gobierno evitó una división en sus votos como ocurrió en las Cortes.

«No vamos a participar en esta pantomima», dijo el alcalde socialista, Gabriel Echávarri. «Parece que el PP ha empezado la campaña electoral», alegó el portavoz de Compromís Natxo Bellido, quien agregó que el PP «es una fábrica de separatistas». Para la edil de Guanyar, Nerea Belmonte, se trata de «un debate ajeno al contexto local» y acusó a los populares de intentar provocar «una división en este equipo de gobierno».

El edil de Ciudadanos, Fernando Sepulcre, replicó a Bellido que «no vivimos en el País Valencià, sino en la Comunidad Valenciana», y opinó que Compromís «es bastante separatista, nacionalista y pancatalanista».