La provincia de Alicante es "rica" en agua subterránea al contar con cerca de 200 acuíferos cargados con un número indeterminado de hectómetros cúbicos de un recurso que los expertos califican de buena calidad, incluso, de "excelente" en las comarcas del interior y las Marinas.

Así se pone de manifiesto en el 'Atlas Hidrogeológico de Alicante', coeditado por la Diputación de Alicante y el Instituto Geológico y Minero de España (IGME) a partir del trabajo de 30 años desarrollado por técnicos de ambas instituciones.

La de Alicante se convierte, de esta manera, en la duodécima provincia española en contar con un completo atlas de estas características que, de 288 páginas, constituirá un documento útil durante décadas a la hora de planificar las políticas hidráulicas.

Una de las autoras, la hidrogeóloga Raquel Morales García, ha explicado que el porcentaje de territorio acuífero subterráneo con respecto a la superficie es superior al 50 por ciento, lo que convierte a Alicante en una de las zonas más relevantes desde este punto de vista, muy por delante de otras provincias españolas.

El trabajo estima que los acuíferos alicantinos se recargan cada año por lluvia o por entradas laterales desde otras bolsas de aguas subterráneas por valor de 438 hectómetros cúbicos.

De ellos, 336 corresponden a infiltración de lluvia, 79 a retornos de agua usada, 13 a la infiltración de aguas superficiales y 10 a las entradas laterales desde la vega media del Segura.

Por otro lado, se calcula que las salidas o descargas totales se elevan a 484 hectómetros cúbicos al año: 252 por las extracciones de pozos (52 por ciento), 53 por surgencias de manantiales, drenajes y zonas húmedas, 150 por salidas a cauces, 26 por descargas al mar y 3 a salidas laterales a acuíferos de otras provincias.

Estos datos arrojan un déficit o sobreexplotación de los acuíferos de 46 hectómetros cúbicos anuales, según reflejan las páginas del atlas.

Otros de los datos llamativos es que de los hectómetros que salen todos los años a la superficie por manantiales, drenajes, cauces, zonas húmedas y al mar se utilizan directa o indirectamente 149, incluyendo usos ecológicos, mientras que quedan otros 83 que podrían ser potencialmente regulables.

De estos 83 hectómetros cúbicos a rentabilizar, se calcula que unos 40 son de agua de buena calidad y 43 de más salobre.

Las comarcas con un agua subterránea considerada "excelente" son la Marina Alta y Baixa, l'Alcoiá y El Comtat y el Alto Vinalopó mientras que la de peor calidad se sitúa en la mitad meridional de la provincia, debido a la intrusión del mar o, en algún caso, por salinidad relacionada con el sustrato Triásico.

A los 438 hectómetros cúbicos que recargan cada año los acuíferos hay que añadir otros 150 de corrientes meramente superficiales (el agua no se infiltra), lo cual eleva a 588 las aportaciones hídricas totales en la provincia de Alicante a lo largo del año.

Morales García ha indicado que la provincia se divide en 28 dominios hidrológicos y ha admitido que se desconoce la cantidad de agua que acumula el subsuelo ya que los 438 hectómetros cúbicos que entran anualmente es una cantidad muy inferior a la cuantía existente.

De los pozos de Villena, ha indicado que en el pasado los niveles bajaron "muchísimo" aunque en la actualidad la situación se ha reconducido con una explotación "sostenible".

El director del IGME, Jorge Civis, ha sostenido que esta cartografía será provechosa para "toda la sociedad alicantina" y ha recalcado que este trabajo "no es el final" de los estudios sino el punto de partida para "controlar los acuíferos y su evolución, para determinar si hay sobreexplotación o no" en el futuro.

Por su parte, el diputado de Agua de la Diputación alicantina, Francisco Sáez, ha valorado la relevancia del atlas y ha comentado que 111 de los 141 municipios de la provincia dependen "exclusivamente" de los recursos subterráneos, y 11 más lo complementan de alguna manera.

Concretamente, las aguas subterráneas riegan el 40 por ciento de los cultivos agrícolas alicantinos y abastecen el 52 por ciento de la demanda urbana.

"Las aguas subterráneas son fundamentales para Alicante y con este atlas contamos con una información tremenda para el control absoluto en la toma de decisiones tanto sobre las infraestructuras como de la explotación", ha apuntado Sáez.