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«Los Pascual nos hemos especializado en sanar alicantinos»

Seis nietos de Ángel Pascual Devesa: Gaspar, Matilde, Ángel, Mónica, Eliseo y Mercedes. PILAR CORTÉS

Los ocho nietos del médico Ángel Pascual Devesa, hijo ilustre de la ciudad, sienten una profunda veneración por la memoria de su abuelo, transmitida por sus padres, ya fallecidos, aunque el único que guarda algún recuerdo es el mayor, Eliseo Pascual Gómez, que tenía cinco años cuando aquél falleció.

«Recuerdo jugar con él y que estaba en la cárcel pero que era bueno», dice Eliseo, hijo de Tomás, el primogénito de Ángel Pascual Devesa. Tomás fue urólogo y su hijo es reumatólogo. Eliseo estudió en la universidad de Pensilvania y hace un mes que se jubiló como catedrático de Medicina en la UMH y director del departamento de Radiología del Hospital General, aunque sigue activo como profesor emérito. Por publicaciones, está considerado el 5.º experto mundial en gota y el 2.º europeo. Además es un gran aficionado a la fotografía. Está casado con Teresa Ruiz, con quien ha tenido dos hijos. Su hermana Emma, nacida en 1948, es viuda y tiene tres hijos.

«Nuestro abuelo fue condenado por auxilio a la rebelión, aunque los rebeldes más bien eran los otros. Se salvó de ser fusilado por los pelos, porque había curado a mucha gente del otro bando», explica Ángel Pascual Mora, hijo de Ángel, segundo hijo de Ángel Pascual Devesa. El nieto es también médico y con la misma especialidad que su padre: digestivo. «Los Pascual nos hemos especializado en sanar alicantinos» añade.

Ángel nació en 1951 y está casado con Carmen Esteban. Tiene dos hermanas: Mónica (el mayor de sus tres hijos es médico especializado en aparato digestivo) y Elisa, que también tiene tres hijos.

«Cuando murió el abuelo, el Gobierno Civil ordenó que no se le homenajeara, pero se reunió mucha gente y sacaron su féretro espontáneamente a hombros, llevándolo por la calle Sevilla hasta la Fábrica de Tabacos. Desde allí lo trasladaron en un coche al cementerio», cuenta Gaspar Mayor Pascual, hijo de Josefina. Gaspar es economista, director del Plan RACHA y del Patronato de la Vivienda. Nació en 1952, en Maisonnave esquina Portugal, donde estaba la fábrica de Chocolates Samalli, de la que eran propietarios su padre y sus tíos. Casado con Maite Ripoll, tienen dos hijos. Su hermana Matilde nació en 1956, es viuda desde hace un año y tiene dos hijos.

Mercedes Pascual Arteaga es hija del cuarto hijo de Ángel Pascual Devesa, Vicente, que se especializó en otorrinolaringología. Es farmacéutica, da clases de Salud Ambiental en el instituto Almadraba de Benidorm y es profesora honorífica de las universidades de Alicante y Miguel Hernández. Está casada con el arquitecto José Luis Camarasa y tiene dos hijos.

Los padres de estos ocho Pascual alicantinos sufrieron una dura posguerra tras el encarcelamiento y muerte del patriarca.

«Les embargaron todos sus bienes. Eran antifranquistas, demócratas, aunque no militaron en ningún partido clandestino. Eran de izquierdas, pero acabaron situándose bien económicamente porque tenían profesiones liberales. Cuando acabó la guerra quemaron los archivos de la Logia Alona» dice Ángel, antes de contar la siguiente anécdota: «Mi padre y mis tíos enterraron las joyas de su madre en el huerto de Villa Vicenta. Vendieron este chalé tras la muerte del abuelo y los nuevos dueños convirtieron la casa en una pensión. Hace unos diez o doce años derribaron la casa para construir en su lugar un bloque de viviendas. La dueña, que sabía lo de las joyas enterradas, nos avisó por si queríamos buscarlas. Fuimos mi tío Vicente, que todavía vivía, mi cuñado Enrique (marido de Mónica) y yo con un detector de metales. Repasamos todo el terreno pero no encontramos nada.

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