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¿Por qué Finlandia es mejor que nosotros en Educación?

Expertos académicos analizan las claves del éxito de los alumnos asiáticos y finlandeses

Estudiantes de Secundaria en unas pruebas diagnósticas. pilar cortés

¿Estamos condenados a seguir en la cola en cuanto a resultados educativos? ¿Qué nos falta para obtener el éxito que logran alumnos de Finlandia, Corea o Japón?. Expertos académicos e investigadores sobre didáctica escolar en la Universidad de Alicante concluyen que otra educación es posible, siempre que se lo crea la sociedad en su conjunto.

En apenas una generación, Finlandia ha pasado de un 90% de fracaso escolar a liderar los ranking europeos en materia escolar. Pero los mimbres de estos resultados vienen de muy atrás.

«En el siglo XIX la Iglesia Luterana se negaba a casar a los analfabetos. La ciudadanía estaba comprometida con la alfabetización para poder desposarse». Como precisa el especialista en didáctica e inspector provincial de Educación, Vicente Díaz, esto es algo «que no se puede copiar»; como tampoco el hecho de que lean la biblia en familia para analizar los textos y comprenderlos. Lo que sí podemos trasladar a nuestras aulas y hogares es el aprendizaje de los idiomas en versión original. Allí no doblan series, películas ni dibujos en la tele.

El aprendizaje dirigido hacia la comprensión, frente a la memorización que ha caracterizado nuestro sistema educativo, tiene por tanto mucho que ver en los resultados finales del alumnado en las pruebas internacionales PISA, en las que España, por debajo de la media, se sitúa en el puesto 29 de 44; y en el puesto 23 de los 28 europeos a los que lidera Finlandia, sólo por detrás de los países asiáticos, Australia y Canadá.

¿Algún otro secreto para el éxito académico? Toni González Picornell, portavoz de los directores de los institutos de la provincia, esboza algunos parámetros que parten de un acuerdo social tácito que mantiene el mismo sistema educativo gobierne quien gobierne. «Para empezar, el 100% sabe leer y escribir, mientras que nuestros institutos siguen recibiendo alumnado con problemas de lectoescritura que les retrotrae a niveles de primero de Primaria», añade.

Emergencia

¿Acaso en Finlandia no hay alumnos inmigrantes? ¿ni remolones con pocas ganas de estudiar? Por descontado que sí, pero para situarles en el nivel del resto de sus compañeros tienen equipos docentes de emergencia, como si de unas urgencias médicas se tratara. Trabajan con los niños de forma específica y personalizada evitando que repitan curso. La premisa: que nadie quede atrás.

El éxito escolar está por tanto asegurado y es lo que explica que apenas un 8% de los estudiantes abandone, frente a las cifras del 23% que arroja nuestra Comunidad, sumadas al 37% del alumnado que no supera la escolaridad obligatoria y que engrosan las peores cifras de fracaso escolar de todo el país. «En Finlandia tienen menos horas de docencia directa pero muchas más de trabajo conjunto en el centro. Preparan las clases en colaboración», explica Díaz.

No son más docentes, pero su organización es muy distinta y reman todos a una, de la mano de un equipo directivo que aglutina toda la labor en cada centro.

Los contenidos a estudiar también tienen su aquél. El catedrático de Psicología Evolutiva, Juan Luis Castejón, pone el acento en la enseñanza de habilidades. En el país nórdico concentran el currículo en unas pocas materias, mientras nuestro alumnado se las ve con no menos de trece asignaturas, como subraya Picornell en alusión a la ponencia del profesor de la Universidad de la Laguna, Amador Guarro, experto en currículum, ante los directores de centros de la Comunidad.

Adecuar los contenidos a las necesidades de cada alumno es posible allí con contenidos menos diversificados que en nuestras aulas.

Prestigio

Pero el requisito que sobre todos los demás se lleva la palma apunta a la valoración que la sociedad tiene de sus docentes y, como consecuencia directa, las exigencias que esto atribuye a la administración a la hora de formar y seleccionar a los profesores.

«Necesitamos profesores que se formen en comunidades de aprendizaje», puntualiza el doctor en investigación educativa, Marcos Iglesias, quien matiza que los ritmos de aprendizaje del alumnado son distintos, por lo que ve fuera de lugar nuestros estándares de aprendizaje. El inspector Díaz echa en falta para los docentes de Secundaria una formación similar a la de los de Infantil y Primaria, expresamente en una Facultad de Educación con notas de corte entre las más elevadas de todas las carreras para entrar. «Eso en Finlandia lo exigen para todo el profesorado», recalca. Castejón da suma importancia a la formación permanente del profesorado.

La enseñanza nórdica, pública y gratuita mayoritariamente, tampoco convoca oposiciones. Cada localidad y directores de centro contratan a los docentes y vincula su relación a los resultados obtenidos. No es algo que se pueda extrapolar, según sopesan los investigadores y expertos, sin tener en cuenta el punto de partida: un poso histórico enraizado en la religión y un respaldo social sin ambages, junto a una implicación familiar máxima con la educación de los hijos, de la que sí «podríamos aprender».

Las comunidades de aprendizaje que diversos centros escolares de la provincia ya están poniendo en práctica trabajan en esa línea: familias implicadas, trabajo en común y enseñanza más personalizada, como destaca Iglesias, quien recalca que la madre de todas las claves está en lograr el soñado Pacto por la Educación.

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