El Ayuntamiento de Alicante acordó ayer recurrir a un crédito a corto plazo de 20 millones de euros para obtener liquidez con la que poder hacer frente al pago de las nóminas, emergencias sociales, seguros, préstamos y otros gastos corrientes hasta que haya ingresado el Impuesto de Bienes Inmuebles y la tasa de basuras, cuyo cobro arranca en marzo y finaliza en junio. La recuperación de la gestión de los tributos, que hasta ahora realizaba Suma, conlleva que las arcas municipales ya no perciban los anticipos de 6 millones mensuales que le transfería la entidad tributaria. Sin esos anticipos, el Ayuntamiento se ve abocado a recurrir a las entidades bancarias para poder hacer frente a las tensiones de tesorería en los primeros meses del año.

De esta manera, la Junta de Gobierno Local acordó ayer sacar a licitación una operación de tesorería por un importe de 20 millones que el Ayuntamiento se compromete a amortizar, como máximo, el 15 de julio de 2016, cuando ya habrá ingresado el grueso del impuesto del IBI. Se trata de un crédito a corto plazo o póliza que no precisa de autorización del ministerio y del que se podrá hacer uso íntegro o en parte. Desde el equipo de gobierno, el vicealcalde, Miguel Ángel Pavón, explica que podría no utilizarse toda la cantidad y que en el caso de hacerlo «cómo máximo habría que pagar 300.000 euros en intereses». Una cantidad que, asegura, resulta «bastante menor a los 2,5 millones que se pagaban a Suma», por la gestión de los impuestos y la concesión de anticipos para dotar de liquidez al Ayuntamiento en los primeros meses del año.

Pavón recuerda que el Ayuntamiento gestionaba directamente los impuestos hasta que el anterior gobierno del PP llegó al acuerdo de que lo hiciera Suma a partir de 2014 y hasta 2017. El tripartito ha decidido recuperar anticipadamente la gestión directa de los mismos.

Por otro lado, la Concejalía de Hacienda llevó ayer a la Junta de Gobierno, por la vía de urgencia, una nueva modificación del presupuesto municipal por valor de 11,5 millones de euros. El grueso, 7,8 millones, se destinarán a amortizar deuda bancaria. Una parte importante, 2,5 millones de euros, se presupuestan para la posible compra de la Torre Placia y su traslado a otra parcela para poder cumplir con una sentencia judicial (los otros dos millones restantes se habilitarán en el presupuesto de 2016).

Gratificación

También se reservan 420.000 euros para pagar a Suma gratificaciones por superar los ingresos previstos en recaudación de impuestos, según recogía el convenio que se rescindirá a partir del próximo año. Pavón explica que también se habilitan 65.000 euros para liquidar los honorarios de la empresa Incotec, que elaboró los documentos ambientales de la revisión del Plan General, de la que se ha desistido. El dinero procede de remanentes de tesorería y ahorros en intereses bancarios, en la licitación de obras y del fondo de contingencia.

Por otro lado, la Junta de Gobierno Local acordó ayer devolver a la anterior adjudicataria del suministro de sillas para actos festivos, Isjoma, 200.000 euros de la garantía del contrato. Un contrato cuya adjudicación es objeto de una investigación judicial y sobre el que pesa una sentencia que obliga al Ayuntamiento a indemnizar a la empresa que debería haber resultado adjudicataria. El tripartito pidió un informe jurídico sobre la conveniencia o no de devolver a la empresa esta garantía y que determinó que había que hacerlo, indicó Pavón.