«¿No sería más justo que hubiera menos deberes para que los niños tuviéramos más tiempo para divertirnos?», preguntó ayer María, una de las alumnas del colegio concertado San José durante el X Pleno Infantil celebrado en el Ayuntamiento con motivo del Día Universal de la Infancia. El alcalde, Gabriel Echávarri, lo sometió a votación y el resultado fue unánime: Sí a reducir los deberes.

Los alumnos de cuarto a sexto de Primaria de este colegio y de los centros públicos Ausias March, San Roque y Campoamor ocuparon ayer los escaños del salón de plenos, acompañados por el primer edil, así como los concejales Miguel Ángel Pavón, Natxo Bellido, María José Espuch, Julia Angulo, Nerea Belmonte y Carlos Giménez. Los alumnos intervinieron para exponer sus conclusiones acerca de algunos de sus derechos recogidos en la Convención de los Derechos del Niño.

Mostraron su preocupación, por ejemplo, por los recursos para la protección de menores. «¿Sería posible que hubiera más centros?», preguntaron desde el colegio San José. La edil de Acción Social, Nerea Belmonte, admitió que son necesarios más recursos e incidió en que la política municipal primará la atención a los menores. «¿Un niño refugiado puede ser adoptado?», plantearon desde el colegio San Roque. En este caso fue la edil de Inmigración, Julia Angulo, la que resolvió la duda: «Sí puede serlo. Un niño sirio no va a llegar solo, sino acompañado de sus padres o familiares. Si se diera el caso de que viajaran solos, se declararía su desamparo. Todo niño refugiado debe tener los mismos derechos».

Los alumnos del Ausias March se preocuparon sobre por qué en horario infantil pueden ver en televisión contenidos «que discriminan a personas por que tienen otro origen, creencias o color de piel». Espuch, se refirió a la «guerra de las audiencias» y les animó a «protestar». Desde el colegio Campoamor los niños reivindicaron su derecho a ser escuchados: «Si los adultos no escuchan a los niños se meterán en un lío».

A diferencia de plenos anteriores. En este hubo un turno de ruegos y preguntas de los niños. Fue en ese turno libre cuando preguntaron por los deberes o sobre el empleo. «Mi padre está en Marruecos, ¿por qué no puede haber más trabajo aquí para que toda la familia podamos estar junta?», preguntó Issam, del colegio Campoamor. «El trabajo es la asignatura pendiente», le respondió Bellido, quien pidió un aplauso «para que se lo traslades a tu padre».

El pleno de ayer fue mucho más distendido que cualquier sesión municipal y no faltaron las bromas, como cuando el alcalde indicó que había puesto un punto negativo a la edil de Educación por llegar unos minutos tarde. Algunos de los niños fueron insistentes en sus preguntas, como Luis Sebastián, que se preguntaba «¿cuánto había costado?» la decoración del salón de plenos. Echávarri se remontó a 1858 y a la visita de Isabel II. «¿Estamos donde estuvo una reina?», replicó con sorpresa el alumno, que viendo que su respuesta no se respondía agregó: Mi pregunta era cuánto costaba. El alcalde se comprometió a buscarlo en el archivo.