Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Tabarca recupera vistas al mar tras caer los bungalows

La Generalitat culmina la demolición de las seis casas levantadas sobre suelo protegido

Tabarca recupera vistas al mar tras caer los bungalows INFORMACIÓN

Tabarca recupera frente litoral... ¿y ahora? La empresa contratada por la Generalitat para demoler los seis bungalows que se construyeron, según una sentencia judicial, en suelo protegido por la ley de Costas, ha terminado esta semana, prácticamente, el trabajo con la demolición de las últimas estructuras de las casas que quedaban en pie. A partir de ahora queda recoger y retirar los escombros, trasladarlos al vertedero, vía Santa Pola, y limpiar el solar donde se levantaron las casas. Un terreno protegido pero privado, como lo demuestra la cartografía de la isla, que revela que en los años 30 del siglo XX ya había casas.

A partir de ahora la polémica abierta por el derribo entra en una nueva fase, y es la reclamación patrimonial que estudian plantear los propietarios, que se consideran los principales damnificados de una sentencia que condenó a la Generalitat, la Administración que permitió unas edificaciones que contaron con los parabienes legales del Ayuntamiento de Alicante en forma de licencia y cédula de habitabilidad. Los tabarquinos que han seguido día a día la demolición, siguen un tanto asombrados del hecho, debido a que junto los ladrillos también se ha acabado con muchos muebles de las propias viviendas que sus propietarios no llegaron a retirar. Hoy, todo convertido en escombros camino del vertedero. Muchos consideran que todo ha sido una maniobra político-jurídica contra Pascua Orts, exalcalde de Santa Pola, cuya familia era dueña del suelo y que promovió la construcción de los bungalows. Al final se han demolido los seis, aunque suelo protegido, según los lindes, lo ocupaban dos.

La sentencia que ordenó la demolición de estas casas en 2003 fue consecuencia del recurso interpuesto por el entonces Ministerio de Medio Ambiente contra la resolución de la Conselleria de Medio Ambiente, del 17 de junio de 1999, autorizando la contrucción de los seis adosados pese a afectar a la servidumbre de paso en suelo público. El Tribunal Superior de Justicia declaró las casas ilegales en 2003, y el Tribunal Supremo lo ratificó en 2009. La sentencia del Supremo rechazó en su día recursos presentados por tres propietarios contra el fallo del Tribunal Superior de Justicia (TSJCV) en abril de 2003 que anuló la autorización concedida por la Generalitat y declaró ilegales los seis bungalows por estar construidos en terrenos declarados servidumbre de protección y deben servir de paso al público en general.

El Consell adjudicó en noviembre de 2013 el derribo de las casas a la constructora Obrascón Huarte y Lain por 375.000 euros, y anunció entonces que los propietarios debían costear la demolición. Estos siempre han sostenido que son los principales damnificados, ya que construyeron con los permisos de Ayuntamiento y Conselleria. El fallo judicial fue contra la Generalitat y, curiosamente, el peritaje del Tribunal sobre la posible indemnización coincide con el de los dueños de las casas.

Nuevas amenazas

A partir de ahora y con los restos de los bungalows camino del vertedero, falta por saber qué pasará con los dos bloques de viviendas que se levantaron en el año 2000 en la isla y que ocupan parcialmente suelo público. La Conselleria ha decidido la demolición de 15 de los 19 pisos que construyó la empresa Creaciones de Espitemes, en concreto siete de uno de los bloques y ocho en el que se levantaron once. Los técnicos sostienen que la edificación se realizó sin la oportuna autorización de la Generalitat, que sí la dio para los bungalows de Orts, y ya hace unos años se ordenó su demolición. La promotora presentó un recurso fuera de plazo, se le multó y en estos momentos se ha iniciado la ejecución subsidiaria. Se quiere proceder a su demolición porque la ilegalidad prescribe a los 15 años. Al parecer las viviendas también tuvieron problemas para ser inscritas en el Registro de la Propiedad, según resolución del colegio en julio de 2011.

Tabarca es la única isla habitada de la Comunidad Valenciana y se encuentra frente a la ciudad de Alicante, a once millas náuticas y cerca del cabo de Santa Pola. En realidad más que de una isla, se trata de un pequeño archipiélago, compuesto, aparte de Tabarca, por los islotes La Cantera, La Galera y la Nao. Posee una longitud aproximada de 1.800 metros y una anchura máxima de unos 400 metros.

Compartir el artículo

stats