Al cierre de esta edición, cuatro ayuntamientos de los 141 de la provincia no habían aprobado adherirse al plan de ayudas para los libros de texto promovido por el Consell. Los alumnos empadronados en los 137 ayuntamientos que han firmado, desde Primaria a Secundaria y FP Básica, tanto de centros públicos como concertados, tendrán derecho a recibir hasta 200 euros antes de que acabe el curso a cambio de la factura de compra de los libros de este curso.

Tollos y Famorca de Alcoy, y Onil, no habían comunicado su adhesión a la XarxaLlibres, aunque disponían de plazo hasta las doce de la noche, como sí hicieron Orihuela, San Fulgencio y Bigastro.

Desde la Conselleria de Educación reiteraron ayer que aportarán los fondos que les corresponden para este proyecto -un tercio de la ayuda para cada alumno, 33,3 euros ahora y otros tantos a fin de curso-, conforme hayan recibido la adhesión de cada ayuntamiento, lo que no quiere decir que el mismo 1 de diciembre esté el dinero en todos los ayuntamientos adheridos, como advirtieron.

Ahora los municipios que se han sumado al plan tienen que solicitar a la Diputación Provincial que aporte su 33,3% de los primeros 100 euros a desembolsar a partir de diciembre.

En el caso del Ayuntamiento de Alicante, que ha esperado hasta el último día de plazo para adherirse, aplaza hasta enero no solo el primer pago, como avanzó este diario, sino también la gestión completa. Las familias de Alicante ciudad no podrán iniciar el proceso de canje de las facturas por la subvención hasta el año que viene, como confirmó la edil de Educación, María José Espuch.

Finalmente son 41.600 los alumnos empadronados en la capital que pueden beneficiarse de este programa, que lo que busca finalmente es crear bancos de libros en todos los colegios para que el curso que viene los textos no cuesten dinero a ningún alumno.