En la jornada inaugural del congreso se puso el acento en el aumento de malos tratos entre parejas de adolescentes. ¿Cómo prevenir estas situaciones?

Aun siendo necesaria una respuesta por parte de la justicia y las instituciones frente al maltrato, el grueso de la prevención debe recaer en las familias y la escuela. Se debe enseñar a los niños y a las niñas lo que es una relación amorosa sana, igual que se enseña seguridad vial o cualquier otra materia. Los padres debemos enseñar que hay comportamientos que son ejemplo de dominio y no de amor. Los niños eso no lo aprenden por ciencia infusa, y si sus padres o el colegio no se lo muestra, lo aprenderán de amigos o de lo que ven en los medios de comunicación. Hay que tener en cuenta que querer de una manera madura no es nada sencillo, es una de las cosas más difíciles de la vida porque está en juego tu orgullo, tu autoestima, lo que esperas de la vida...

¿Qué pueden hacer los padres?

Abordar situaciones que muchas veces se obvian por vergüenza o apuro de que tus hijos te manden a la porra. Por ejemplo, si ves que el novio de tu hija la llama demasiado y la controla debes hablarlo con ella y no pensar que forma parte de la intimidad del adolescente. La justicia llega hasta donde llega, pero ella sola no puede erradicar este fenómeno, sólo puede minimizarlo o ayudar a las víctimas.

¿Qué falla cuando aumentan los casos de malos tratos entre adolescentes?

Los jóvenes son violentos y esa violencia se da en los dos sexos, es un dato demostrado. Aún no saben lo que es una relación afectiva madura. Lo malo es que cuando crecen, algunos jóvenes siguen siendo violentos y esa violencia pasa a ser física en el caso de ellos. Puede ser que alguna mujer siga siendo violenta, pero es más psicológico. No sé si hay ahora más casos de violencia que antes entre los adolescente o a lo mejor es que se denuncian más.