Alicante vuelve a quedarse fuera de plano. En este caso de planeamiento, porque mientras el Ministerio de Fomento ha descartado construir a medio plazo (el tema se paró en 2010 y no se ha recuperado) la estación intermodal (AVE, ferrocarril convencional, autobús y taxis), la semana pasada la ministra de Fomento anunciaba una inversión de 400 millones para soterrar el ferrocarril en Gijón, también hay proyecto en Valencia para el túnel central, y en Logroño y Barcelona. En Alicante, la remodelación de los accesos ferroviarios terminará con una ampliación de la actual estación en superficie con nuevos andenes y vías, algo que ha vuelto a encender a los vecinos que anuncian movilizaciones de cara al último pleno del mes en el Ayuntamiento al que pedirán, a través de la Plataforma Renfe, que reaccione y exija al Consell que a su vez presione a Fomento para desbloquear una situación completamente enquistada.
José María Hernández, uno de los portavoces de la Plataforma Renfe, considera una burla lo que se ha hecho e insta al Ayuntamiento a que exija a Fomento la declaración ambiental para las nuevas obras en la estación. «Al final nos han dejado casi como estábamos pero con nuevos problemas como las inundaciones puntuales que se producen al final del barranco de San Blas cuando llueve, o el estercolero en que puede convertirse a medio plazo toda la zona de vías donde ya no hay actividad. ¿Qué ha pasado con el Oi2 y el parque que se aprobó en marzo en el Ayuntamiento? Es una vergüenza cómo se ningunea a Alicante».
Adif, gestor de la estación término de Alicante, adjudicó hace dos semanas a la baja a la constructora Ferrovial Agroman la ampliación de la estación-término de Alicante por 5,4 millones de euros con lo cual el Ministerio de Fomento aparca sin fecha el proyecto de la estación intermodal que se anunció para la llegada del AVE. En su lugar, Adif construirá un nuevo andén de 387 metros de largo y 8 de ancho. El objetivo es que la terminal pase a contar con un total de 14 vías, de las que 10 serán de ancho internacional (vías actuales de ancho ibérico se transformarán en ancho estándar) y 4 de ancho ibérico para atender al tráfico de cercanías y larga distancia. Está previsto que las obras comiencen en marzo de 2016».
Y mientras en Alicante el tren seguirá llegando en superficie, el Ayuntamiento de Valencia, Consell y Ministerio de Fomento siguen negociando cómo será el soterramiento que se acordó en marzo. Ayer, Generalitat y Consistorio mostraron su disconformidad con la alternativa que supondría un abaratamiento de 1.338 millones de euros, al proponer que el soterramiento se haga en un único nivel y no en dos como estaba previsto.
En Gijón, el proyecto de integración ferroviaria está valorado en 422 millones de euros. La estación intermodal se acercará 300 metros al centro urbano al ubicarla soterrada en las inmediaciones del Museo del Ferrocarril. Una solución técnica que permitirá soterrar las vías tanto de largo recorrido como de cercanías y suprimir un paso elevado en la ciudad.
La previsión es que en Logroño la nueva estación de autobuses, rodeada de un parque, estará lista en 2018, ya que la obra se licitará antes de fin del presente año, junto a lo que resta de urbanización de la primera fase del soterramiento de las vías del tren.
