El trabajo fin de carrera de la alicantina del barrio de San Blas, Azucena Maestre Mones, para el Conservatorio Superior de Danza de Alicante, ha resultado distinguido con una mención especial en la primera edición de los premios nacionales de investigación en danza convocados por la Academia de las Artes Escénicas de España. Ayer recibió el galardón «muy emocionada y orgullosa de haber sido valorada por un tribunal compuesto por tan grandes artistas y específico de la danza», como Marta Carrasco, Alicia Gómez, Ana Isabel Elvira, Rosángeles Valls, Carmen Giménez Morte, Antonio Onetti, Antonio Najarro y Ester Vendrell.
De padres catedráticos de Física y Química, Azucena tuvo muy claro desde bien pequeña la «importancia de la formación» y empezó a bailar con 8 años en el Conservatorio. Mientras cursaba Primaria aprendió Piano, terminó la especialidad cuando accedió a la Universidad y se inclinó por hacer Arquitectura.
En el trabajo premiado ha conjugado sus conocimientos de la danza con los de la arquitectura proyectando un edificio «en el que los bailarines, desde su primer contacto con los espacios, sintiesen la necesidad de bailar. Que el propio edificio les aportara experiencias en accesos y pasillos gracias a la textura especial de las maderas».
Confiesa que envió el trabajo a la Academia nacional «por mandarlo, y cuando me llamó la vicepresidenta para decirme que sólo había un premiado y que habían querido hacer una mención honorífica para editar también mi investigación, no podía creerlo».
Esfuerzo
A sus 28 años y con la máxima preparación tanto en Danza como en Arquitectura, Azucena confía que este galardón le abra puertas. «Desde luego anima a seguir investigando, bailando y diseñando arquitectura», apunta tan contenta como su tutora del proyecto de investigación, Cristina Alberola Robles, que le acompañó ayer.
