«La ciudad de las oportunidades perdidas». Así definió ayer el alcalde de Alicante, Gabriel Echávarri, a la capital de la provincia aludiendo a los últimos 20 años de mandato del PP en los que, aseguró, se ha agrandado la brecha con Valencia, aludiendo a una «infrafinanciación e infravaloración» que cifró con datos del presupuesto del Consell de este año. Aunque, según dijo, en criterios de población Valencia es 2,3 veces mayor que Alicante, la Generalitat ha destinado al primero de los ayuntamientos y a sus entidades locales 13,8 millones frente a los 1,5 para el de Alicante. «Es decir, por cada nueve euros que se transfieren a Valencia, se da uno a Alicante para gastos corrientes».

«Si cogiéramos los últimos 10 ó 15 años nos encontraríamos en una situación similar», dijo Echávarri ayer en Valencia en su intervención en el Fórum Europa Tribuna Mediterránea frente al presidente del Consell, el socialista Ximo Puig y centenares de empresarios, diputados, alcaldes y diferentes representantes de entidades académicas o sociales. «Muchas veces en Valencia no se tiene en cuenta la potencia real de Alicante y Castellón», admitió Puig, quien abogó por dejar atrás «las rivalidades estériles». El líder del Consell esgrimió que cuando la Comunidad reciba la financiación «adecuada» hará una distribución de los recursos «de acuerdo con el interés general y no habrá ningún tipo de centralismo».

Echávarri hablo de «discriminación» y admitió que «la pelota está en nuestro tejado» para posicionar a Alicante en su lugar de segunda ciudad de la Comunidad. Uno de los ejes que planteó para ello es la modernización del aparato productivo, con un «modelo estable» que dé seguridad a los inversores. En esa línea, la apuesta a corto plazo es el turismo para «la generación de empleo, riqueza y bienestar». Abogó por mejoras en la limpieza, un comercio singular y una gastronomía «que no defraude», además de fragmentar la oferta con el turismo deportivo y de congresos y apostar por las Hogueras declarando festivo autonómico el 24 de junio. A largo plazo, se refirió a la oportunidad que ofrece la redacción de un nuevo Plan General y a la apuesta del equipo de gobierno por la generación de suelo industrial de calidad, tomando como ejemplo Elche. La industria, dijo, «es el futuro de la ciudad».

Para potenciarla, propuso apoyar a las pequeñas empresas y adaptar servicios públicos como la recogida de residuos o el transporte público hacia los polígonos. En esta línea, anunció la creación de un Consejo de la Industria y la Innovación para que expertos y empresarios definan los objetivos, los medios para alcanzarlo y la manera de tener un conocimiento profundo de las necesidades de la industria para adaptar al formación universitaria a la demanda. Ante el auditorio repleto de empresarios, incidió en que su papel es clave.

Echávarri consideró que el sector empresarial «debe reorganizarse» y dejar atrás «estructuras moribundas que sólo se preocupan de seguir respirando, pero que hace tiempo que no aportan nada a la ciudad». Insistió en que Alicante necesita un lobby empresarial «potente» que haga de interlocutor ante el Ayuntamiento y el exterior, que sea «reivindicativo, pero leal». «No queremos empresarios vasallos», incidió Echávarri, quien agregó que Alicante «no necesita una delegación de la patronal valenciana, sino una patronal propia que no se arrugue frente a Valencia» y que vayan para reivindicar inversiones como los accesos al aeropuerto. Echávarri insistió en la necesidad de «limpiar la imagen» del Ayuntamiento y propiciar el «liderazgo municipal» para reclamar «lo que en derecho nos corresponde».

Lograr la eficiencia presupuestaria es otro de los ejes de la hoja de ruta del alcalde. En cuanto a los ingresos, plantea potenciar los beneficios fiscales, que no concretó, así como un plan para captar financiación de otras instituciones, como la Unión Europea, a la que ya se han presentado proyectos. También la utilización de edificios públicos vacíos para ahorrar en alquileres. En cuanto al gasto, plantea renegociar los contratos así como la deuda con los bancos.

Entre las actuaciones contra la pobreza, destaca la compra de viviendas a los bancos para alquiler social y destaca que en Alicante «se ha conseguido que no haya desahucios de primeras viviendas».

El PP en el Ayuntamiento dijo sobre la intervención del alcalde que «ni tiene modelo para la ciudad ni se le espera» y que «su único modelo es criticar al PP».