La Audiencia Provincial ha absuelto a un acusado de haber violado analmente a una mujer en un chalé en Orihuela Costa ante las contradicciones de la víctima y ante la ausencia de lesiones que acreditaran que la violación existió, según la sentencia a la que ha tenido acceso este diario. El acusado, que estaba representado por los abogados Juan Selva Lorente e Iván Rodríguez Lorente se enfrentaba a una de once años de cárcel por parte de la Fiscalía, que incluso llegó a plantear una conformidad antes del juicio. El hombre estaba en prisión por estos hechos y quedó en libertad días atrás. El hombre, de nacionalidad británica, llevaba más de un año en prisión preventiva por estos hechos.

Los hechos ocurrieron el día 10 de noviembre de 2012 entre las 4.00 y las 7.50 horas cuando el acusado conoció a la víctima en un bar de Orihuela Costa de donde se fueron a un domicilio a mantener relaciones sexuales. El fallo ha declarado probado que existió una relación sexual consentida y que ambos discutieron después por motivos que no han quedado acreditados. El fallo incide en la ausencia de lesiones de la víctima y entre las pocas que presentaba estaban las marcas de pinchazos en los brazos por introducirse «sustancias psicoactivas por vía intravenosa».

La sentencia incide en que para los jueces la condición de prostituta de la víctima es «irrelevante» así como su mayor o menor promiscuidad sexual, ya que, según apuntan, este colectivo resulta ser el más frecuente destinatario de este tipo de delitos. Los jueces concluyen que no ha habido prueba alguna que demuestre de modo contunden y claro la existencia de las penetraciones.

Los jueces señalan que la declaración de la víctima estaba lleno de contradicciones, habiendo llegado a manifestar cosas totalmente diferentes cada vez que ha tenido que declarar por estos hechos. La sala señala que incluso a los peritos forenses que la reconocieron les llegó a contar un relato distinto de lo ocurrido. Así en unas ocasiones manifestó que estaba durmiendo cuando el acusado se metió en su cama, y otras dice que ambos tuvieron relaciones consentidas en un primer momento y que la violación ocurrió cuando él intentó forzarla analmente. En alguna declaración llegó a decir que las relaciones sexuales se produjeron en el marco del ejercicio de la prostitución.

Los forenses aseguraron durante el juicio que, de haber sido penetrada la víctima hasta cinco veces con brusquedad como llegó a denunciar en un primer momento, se tendría que haber producido una mínima lesión anal.