El concejal de Urbanismo y Vías Públicas, Miguel Ángel Pavón, se ratificó ayer en que el Ayuntamiento de Alicante no renunciará a aprobar planes de reordenación de veladores en el Casco Antiguo y el Centro Tradicional y agregó que «seguramente» conlleve una reducción de mesas y sillas en determinados veladores.

De hecho, tras reunirse ayer con las asociaciones de hosteleros y locales de ocio, confirmó que en algunos de esos planes, como el que ya han comenzado a redactar en Gabriel Miró, hay locales en los que «se reduce de manera más o menos importante» el número de mesas y sillas, si bien precisa que otros se mantienen o, incluso, podrían tener más.

Pavón, no obstante, tiene clara cuál va a ser la línea general de los planes de ordenación que apruebe (este año serán los de Gabriel Miró, Labradores, San Cristóbal y Explanada y en 2016, el de Castaños). «No queremos que ningún local se quede sin velador, pero casi con total seguridad va a haber una reducción de mesas y sillas en el caso de algunos locales, porque, si no, es imposible. Partimos de una situación de saturación que hay que corregir y eso se corrige con un porcentaje de ocupación menor en la vía pública», aseguró.

Al respecto, recordó que la ordenanza municipal establece un porcentaje de ocupación máximo de las calles peatonales del 50%. Una superficie que, como avanzó, pretende reducir en zonas ya saturadas para garantizar el paso peatonal y de los vehículos de emergencias.

Los hosteleros, por su parte, se aferran a que los socios de gobierno de Pavón del PSOE y de Compromís les trasladaron «que la intención no era quitar mesas y sillas, sino trabajar con lo que hay pactado con la ordenanza». Así lo aseguró ayer el portavoz de la Asociación de Locales de Ocio, Lalo Díez, quien reiteró que defenderán sus derechos recurriendo a estos partidos e, incluso, en los tribunales (a la reunión de ayer fueron con sus abogado). «Si mañana quitan el 40% de las mesas y sillas en Castaños, tendremos que cerrar», agregó Díez.

Pavón dijo desconocer el porcentaje aportado por Díez y, en cuanto al compromiso municipal de «limitarse a aplicar la ordenanza», indicó que los planes de ordenación de veladores se recogen en la misma. Añadió que en ellos se permite establecer «los porcentajes (de ocupación) que sean», así como otros parámetros y excepciones. Se trata, aseveró, de aplicar la ordenanza de manera «más restrictiva y exigente», no de modificarla. Un plan de ordenación «podría consistir en no dejar ni un solo velador en una calle determinada, justificándolo», dijo a modo de ejemplo.

En cuanto a la calle Cataños, reiteró que la intención inicial es redistribuir los veladores para pegarlos a las fachadas y dejar un espacio central libre de cuatro metros para los peatones. Además se reservará espacio entre los veladores y las fachadas para cumplir la normativa de accesibilidad para invidentes. Unas medidas que, en la práctica, acarrearían una reducción de mesas y sillas. Pavón destaca que, en esta calle epicentro del tardeo se da una «ocupación añadida» los sábados, dado que la gente se acumula entre los veladores y las fachadas haciendo «intransitable el espacio peatonal libre». Sobre cómo regular eso, sostiene que «es un tema policial» y plantea que en casos de «absoluta saturación» son los agentes quienes deben garantizar «el tránsito peatonal y de los vehículos de emergencias».