La gratuidad de los libros de texto está lejos, a día de hoy, de generalizarse entre la totalidad de las familias que dispongan de las facturas de compra porque, según los datos facilitados ayer por la Conselleria de Educación, apenas 32 ayuntamientos de los 141 que hay en la provincia de Alicante, han comunicado su conformidad e implicación al respecto.

Bien es verdad que el plazo para sumarse al plan XarxaLlibres del Consell no finaliza hasta el viernes próximo, día 13, pero las localidades que no lo indiquen de esta forma, -pueden hacerlo por vía telemática- se quedarán fuera de las ayudas comprometidas por el equipo que dirige Marzà y que costearán una tercera parte de los primeros 100 euros a pagar por cada alumno cuya familia presente la correspondiente factura de compra de los libros.

Reunión de urgencia

Con el objetivo de descartar posibles dudas y reparos con este plan, que lo que pretende es crear a fin de curso un banco de libros por cada colegio e instituto aunque gestionado a través de cada ayuntamiento, Educación ha convocado para este jueves una reunión con todos los responsables de la red XarxaLlibres en cada municipio.

Poco tiempo después de que se anunciara este proyecto, el propio conseller, Vicent Marzà, declaró a preguntas de este diario que la mayoría de los ayuntamientos estaba por la labor y que apenas quedarían una decena que había planteado reparos, aunque si se trataba de una cuestión económica, por falta de fondos, se vería la forma de cubrir ese dinero adelantándolo entre las diputaciones y el propio Consell.