La nueva presidenta de las Coofradías de la Soledad y San Pedro, Balbina Oncina, juró ayer su cargo en un acto celebrado en la basílica de Santa María, al término de una misa oficiada por el delegado episcopal, Pedro Luis Vives. La jura se produjo en la capilla de la Soledad del templo y durante el mismo a la presidenta le fue impuesto el emblema dorado de las dos cofradías como símbolo de la toma de posesión.