La directora de la Universidad Permanente, Concha Bru, reconoce que no hay una normativa flexible para aprovechar los conocimientos de quienes han pasado su vida investigando y acumulando conocimientos. «No se ha previsto que habrá gente experimentada y muy valiosa que por el sistema de regulación va a tener que salir del mercado de trabajo», y añade, por otro lado, la realidad incuestionable de un paro juvenil del 46,5% en menores de 25 años y del 21,2% de 25 a 54 años. Los jóvenes salen de la universidad en condiciones de acceder al mercado laboral, pero no pueden. «Sería bueno permitir que si un profesor quiere seguir trabajando lo haga y a la vez se permita la incorporación de la gente joven. Que no se desaproveche la experiencia, pero que no se cercene la entrada al mundo laboral de los jóvenes». Una experiencia positiva en la Upua es la que pone en contacto a sus alumnos senior con los jóvenes. Buena parte son profesores que han reorientado su actividad hacia el voluntariado en grupos sociales, culturales, tecnológicos o idiomas «transmitiendo sus conocimientos a otros y recibiendo un sueldo emocional».
