«Me he dedicado a mis amigos, a aprender música, a hacer ejercicio físico», y a la vez, está implicado en la Comisión por la Recuperación de la Memoria Histórica. Vicente Carrasco Embuena empezó de maestro, ha sido profesor de secundaria, tres veces director, inspector de Educación, y en su última etapa profesor universitario. Tiene 63 años y se jubiló hace 3, tras 42 años como docente. «Lo hice porque estoy convencido de que hay que dejar paso a los jóvenes». La jubilación ha sido la oportunidad de «hacer cosas que no había podido hacer y he tenido la oportunidad de hacer otras que había casi olvidado». Cultiva la amistad, «las prisas te llevan a dejar a un lado las conversaciones, las tertulias». Ha cumplido su deseo de leer música y hace sus pinitos con el acordeón. Y plasma en su blog ababolesytrigo@blogspot.com.es sus vivencias, inquietudes, reflexiones educativas... El primer año tras jubilarse mantuvo su vinculación a la facultad, ahora se limita a orientar alguna tesis doctoral. «Corté mi relación con la academia, termino una cosa y me dedico a otra. Que no significa que no me preocupe la educación».
