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TRADICIÓN Y NEGOCIO

Fiestas de la provincia, qué movida de fechas

Comercio y hostelería luchan por el traslado de los días grandes de las Hogueras de Alicante y de los Moros y Cristianos de Alcoy a fin de semana al multiplicarse por dos los ingresos. Los festeros se resisten

Fiestas de la provincia, qué movida de fechas

Las Hogueras de Alicante aspiran a conseguir que la Generalitat declare festivo en toda la Comunidad el 24 de junio de 2016, día de San Juan, en el que arderán los monumentos y que caerá en viernes al ser año bisiesto. Con ello, los foguerers salvarían unas fiestas que se celebrarán entre semana, lo que augura un menor impacto económico de unos actos que, cuando coinciden en sus días grandes con el fin de semana, llenan las calles con un millón de personas y suponen unos ingresos en torno a 50 millones.

En Alcoy este mismo debate, aplicado a sus Moros y Cristianos, colea desde hace cuatro décadas y en Calpe llegaron a votar el traslado de las fiestas en honor al Cristo del Sudor y no salió adelante por poco. Detrás está el negocio indirecto que las fiestas generan por la atracción turística. Según una investigación del profesor de la Universidad de Alicante José Francisco Perles, las fiestas populares son un factor avanzado de competitividad turística que contribuyen a generar, en dos días, entre un 11% y un 18% del saldo turístico neto anual de los municipios. En el caso de las Hogueras, una encuesta del Instituto de Estudios Turísticos de la Universidad cifra en el 46,6% los visitantes de otros puntos del país, con más disponibilidad si caen en fin de semana. También están los problemas para contratar bandas de música en laborable y las dificultades de los que viven fuera.

En Alicante, una mayoría de foguerers no quieren el cambio para que la Cremà caiga en fin de semana, debate que una plataforma ciudadana introdujo sin éxito. La Federación de Hogueras cree que no hará falta si se consigue el 24 de junio festivo autonómico y el 23 local. «Si dan esa permisividad y que el festivo sea movible se solucionaría lo del fin de semana porque, según los estudios de la Universidad que tenemos, el mayor número de visitantes en Hogueras es de la provincia y de la Comunidad», dijo el presidente festero, Manuel Jiménez.

Cambio sí, cambio no

Según las encuestas, sólo un 28,6% de alicantinos quiere ese cambio frente a un porcentaje mucho más elevado de hosteleros a favor de celebrar los actos principales de las Hogueras en fin de semana, como ya hacen los Moros y Cristianos de Elda, Petrer o Crevillent, que este año cumplen su 50 aniversario coincidiendo siempre entre viernes y domingo, y les ha salido tan bien que nunca se han planteado adaptarse al calendario, explicó el presidente de la asociación festera, José Ángel Asencio.

Restaurantes y hoteles defienden el fin de semana por el gran movimiento no sólo de foráneos sino de toda la provincia. «Hay mucha diferencia en la cantidad de dinero que la gente se deja en una ciudad, en todos los sectores, cuando los actos caen en fin de semana, y en Hogueras es brutal. Le corresponde debatirlo al mundo de la Fiesta, pero los datos son así. Cuando caen en fin de semana la ciudad recibe un flujo de dinero que no llega cuando caen entre semana. Un sábado de Hogueras hay un millón de personas en la calle y una diferencia de hasta el 50% en el volumen de ingresos en ocio», afirma el presidente de la Asociación de Locales de Restauración y Ocio de Alicante, Lalo Díez.

También crecen las pernoctaciones en hoteles cuando los días fuertes de Hogueras, entre el 20 y el 24 de junio, caen en fin de semana. «El impacto es mucho mayor, según las estadísticas, y la promoción de la Fiesta más amplia», afirma Cristina Rodes, presidenta de la Asociación Provincial de Hoteles. Su vicepresidente, Vicente Marhuenda, añade que las Hogueras son un foco de atracción de turistas que vienen a disfrutar de los actos, del buen tiempo y la gastronomía. «Entre semana es un atractivo para la provincia pero rompe los esquemas para los hoteles que trabajan con empresas o viajantes. Si las Hogueras caen en fin de semana, se llenan seguro y entre semana la ocupación es buena». En su caso, ve ideal el día de la cremà de 2016 en viernes «porque luego la gente se quedará sábado y domingo». El comercio puso sobre la mesa el cambio en una reunión con el alcalde, Gabriel Echávarri. «Muchos asociados piden que se aglutinen los días como polo de atracción comercial, aunque es un tema tabú abordarlo sin el consenso con la Fiesta», señala el vicepresidente del Colectivo de Comerciantes, Vicente Armengol.

Alcoy vive en primera persona desde 1996 el debate sobre las fechas de sus Moros y Cristianos (se celebran en abril), que en los últimos tiempos ha tendido a cambiar a raíz de la crisis. Ese año se elaboró un programa de fechas a largo plazo acercando la Trilogía a fin de semana exclusivamente cuando coincidía en fechas laborables; de esta forma se pretendía facilitar el disfrute colectivo y favorecer a la hostelería. El proyecto fue aprobado, pero generó malestar en numerosos sectores festeros y ciudadanos, con una multitudinaria manifestación de protesta en enero de 1997. El calendario fue suspendido y desde entonces se ha programado año a año. La situación ha cambiado estos últimos tiempos, en que el sentimiento hacia el fin de semana ha evolucionado por las trabas económicas y, de hecho, el Ayuntamiento ya ha impuesto cambios en las fechas. La Asociación de San Jorge, organizadora, se propone modificar su normativa interna, para adaptarse a la situación actual.

En Calp también se abordó el cambio de fechas con una votación a nivel de filaes y salió que no, aunque por muy poco, según recuerda el presidente de la associació de Moros i Cristians Santíssim Crist de la Suor, José Antonio Tur. El resultado de esa votación, hace cuatro años, demostró división entre los festeros, aunque parece que el Ayuntamiento tampoco quiere el cambio. En 2016 el día del patrón, el 22 de octubre, caerá en sábado, y la procesión coincidirá con la Entrada principal de las fiestas, de Moros y Cristianos, que se celebra siempre el sábado de fiestas, por lo que se plantean trasladar el desfile a viernes o domingo.

Para evitar ese baile de fechas, la asociación quiere un calendario de fiestas fijo, preferiblemente en fin de semana por los problemas de montaje de las infraestructuras en laborable. «Las once filaes necesitan once bandas de música y boatos, y muchos vienen de fuera. Además, cuando lo hacemos el sábado se queda a dormir mucha gente en hoteles, un movimiento que se pierde en día laborable y el pueblo recibe menos ingresos», cifrados en torno a nueve millones. En otras localidades se celebran los actos de acuerdo al calendario. Es el caso de los Moros y Cristianos de Sax, Villena, Biar y Monforte. Lo mismo que Elche, que no se plantea el cambio de fechas al ser unas fiestas muy estructuradas en agosto que mueven diez millones de euros.

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