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En sólo cinco años

Aumentan un 46% los fármacos contra la hiperactividad

La Asociación Española de Neuropsiquiatría alerta de que los criterios que se siguen para diagnosticar son poco claros

Aumentan un 46% los fármacos contra la hiperactividad

Son niños que no prestan atención, no se están quietos, son impulsivos... Es el denominado Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad, más conocido como TDAH, un problema que afecta a un número cada vez mayor de niños. Tanto, que en la provincia de Alicante el uso de metilfenidato, el principio activo que contienen la mayoría de medicamentos con los que se trata a estos menores, ha aumentado un 46% en los últimos cinco años, según datos del Colegio de Farmacéuticos de Alicante. El año pasado, y según la Conselleria de Sanidad, se firmaron en la provincia casi 54.000 recetas de fármacos que contienen el metilfenidato. Tal aumento en el diagnóstico de este trastorno está ocasionando que haya posturas encontradas entre los profesionales que trabajan en el terreno de la salud mental. Desde la Asociación Española de Neuropsiquiatría (AEN) creen que se está produciendo un sobrediagnóstico de niños y alertan de los efectos que a largo plazo puede tener esta medicación. Por su parte, psiquiatras infantiles sostienen que el aumento de casos obedece a un mayor conocimiento de este trastorno y aseguran que la medicación es efectiva y segura

En un documento informativo para los padres que la AEN acaba de editar se establece que «el diagnóstico del TDAH se realiza basándose en la conducta del menor, en tres áreas: atención, movimiento e impulsividad». Se trata «de áreas inespecíficas y en cualquiera de las tres el niño puede manifestar comportamientos que pueden ser considerados problemáticos que habitualmente irá corrigiendo a medida que crezca». De la misma opinión es el investigador y recién jubilado profesor del Instituto de Neurociencias de Alicante, Fernando Moya. «No hay una prueba de imagen que permita diagnosticar un TDAH. Ante la sospecha de este problema el niño es derivado a una unidad de salud mental infantil donde se utilizan unos manuales de diagnóstico con unos test que se aplican a padres y profesores en los que se trata de valorar, por ejemplo, si el niño se mueve mucho o poco». Obviamente, añade, «las respuestas son muy subjetivas».

Tanto Moya como la AEN aseguran que cada vez que se hace una revisión de los manuales que se utilizan para detectar el TDAH, y que proceden de EE UU, aumenta el número de niños susceptibles de ser diagnosticados. «Niños y también adultos que en el pasado eran considerados normales y que en su mayor parte crecían y se desarrollaban como tales, ahora son vistos como enfermos con TDAH», sostienen la AEN. Junto al sobrediagnóstico, uno de los mayores peligros de esta situación, según coinciden los profesionales, es el maldiagnóstico. «En muchos casos se trata como TDAH problemas de otro tipo, por ejemplo una dificultad en el aprendizaje», cree Moya. «El TDAH muchas veces enmascara un problema social de niños cuyas familias no lo están pasando bien y, por lo tanto, no tienen ni las pautas ni la estabilidad que son necesarias a estas edades», explica Ana Sánchez, presidenta de la AEN en la Comunidad.

Psiquiatras infantiles y pediatras discrepan de estos criterios. «El aumento de casos se ha dado en todo el mundo y se debe sobre todo al avance en los diagnósticos. Lo que antes eran niños vagos o rebeldes hoy están diagnosticados de TDAH y tratados con éxito», explica Auxi Javaloyes, psiquiatra infantil. Esta profesional cree que lo importante es hacer un buen diagnóstico. «Lo normal es hacer primero una entrevista clínica con los padres y observar al niño. Esto se complementa con unos cuestionarios que sí es cierto que pueden tener ciertos sesgos. Pero si además se lleva a cabo una evaluación de las funciones cognitivas del menor, el diagnóstico es totalmente fiable». En todo caso, insiste esta profesional, «es importante que el tratamiento farmacológico vaya acompañado de un seguimiento al menor, de unas pautas a los padres y profesores... Se ha demostrado que es lo más eficaz para tratar el TDAH».

El pediatra Antonio Redondo cree que en el aumento de casos de los últimos años también ha influido «la aparición de nuevos y mejores fármacos que dan respuesta a este tipo de problemas». Hace unos años, añade este pediatra, «había una bolsa importante de niños sin diagnosticar ni tratar que ahora están saliendo». En cualquier caso, Redondo alerta de los efectos negativos que puede tener un TDAH que no se trate en la infancia. «Recientemente se ha presentado un estudio en Madrid elaborado entre población reclusa y se ha visto que un porcentaje importante de presos padece TDAH». No hacer nada ante el problema, añade, «sólo traerá problemas en la etapa adulta».

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