La gota fría más beneficiosa de los últimos años -el 60% de la lluvia que cae en la provincia lo hace en situaciones de tormenta- ha supuesto un alivio para el embalse vilero del Amadorio, clave para la distribución de agua potable a los hogares de Benidorm. Ayer, los técnicos del Consorcio calcularon que en el pantano habían entrado 350.000 metros cúbicos de agua (350 millones de litros) que alivian la situación de un embalse castigado por la sequía. Hasta ayer, sólo embalsaba 1 hm3.

Por otro lado, la Confederación Hidrográfica del Júcar ha abierto de forma parcial las compuertas del pantano del Regajo, en el término de Jérica , por estar casi al límite de su capacidad y con el fin de regular la acumulación de agua procedente del río Palancia y la rambla de Gaibiel. El caudal de desembalse en 15 metros cúbicos por segundo.

La Confederación Hidrográfica del Júcar ya se vio obligada a desembalsar en septiembre agua del embalse de Tous -en torno a los 14 hm3- al mar a través de la Albufera de Valencia para cumplir con las medidas de seguridad que marca la legislación antirriadas por el riesgo de gota fría. La presa almacenaba 86 hm3 y por ley no puede contar con más de 72 hm3 en previsión de avenidas, por lo que se abrió las compuertas. El caudal vertido al mar representó el doble del agua que ha llegado al Vinalopó desde Cullera en los últimos cuatro años (7 hm3) por el rechazo de los regantes a recibir agua de la que hay muchas dudas de que tenga calidad para el riego de las hortalizas.