Los técnicos de la Concejalía de Urbanismo del Ayuntamiento de Alicante han confirmado que el proyecto de reforma del estadio Rico Pérez no fue supervisado por el consistorio ni contó con el visto bueno del departamento técnico y que solamente se concedió la licencia de obra. Así las cosas, el ayuntamiento ha afirmado que la venta del estadio se hizo incumpliendo una de las exigencias técnicas.

El concejal de Urbanismo y Vías Públicas, Miguel Ángel Pavón, ha señalado, en un comunicado este lunes, que el proyecto de reparación y reforma del estadio "no fue objeto de supervisión y aprobación municipal" y que por ello se incumplió una de las determinaciones del anexo técnico del informe que en 2006 actualizó la valoración del estadio para su enajenación.

En el anexo se establecieron los trabajos que "como mínimo" debía contemplar el proyecto, con siete apartados, y se fijaba que el proyecto "será objeto de supervisión y aprobación por el departamento técnico asignado. Además deberá obtener la oportuna licencia de la Gerencia de Urbanismo de este Ayuntamiento".

Así, una valoración de los técnicos de Urbanismo ante la documentación que ha podido encontrarse concluye que el proyecto "no fue objeto de supervisión y aprobación por el departamento técnico asignado para tal fin, sino que únicamente se tramitó su licencia de obra, sin una valoración técnica que determinara la concordancia entre el proyecto y el contenido del anexo técnico, de forma que se verificara la adaptación a éste".

Además, en las certificaciones de obra fechadas en verano de 2010 figura un capítulo, el de "césped", por valor de 636.281 euros --más de un 20% del importe del presupuesto de ejecución material de las obras--, que, en su opinión, "no debería de formar parte del proyecto" al no ajustarse a ninguno de los capítulos enumerados en el anexo técnico de 2006.

Miguel Ángel Pavón ha destacado que los técnicos califican de "confusas en lo que respecta a lo certificado para cada una de las unidades" las certificaciones aportadas por Aligestión para la devolución del aval de 4,2 millones que la mercantil tuvo que depositar, "no concordando, en numerosas partidas, el contenido de las líneas de medición con el total certificado de esa partida".

Asimismo, según el consistorio, la valoración técnica de lo que ha podio recuperarse del expediente subraya que en 2011 no llegó a tramitarse un escrito del entonces gerente de Urbanismo, Enrique Sanus, instando a Aligestión a solicitar la declaración responsable de ocupación en el marco de la devolución de la fianza, así como que "no se tiene constancia de una supervisión técnica municipal durante la ejecución de las obras".

SIN LOCALIZAR

Desde Urbanismo se ha remarcado que siguen "sin localizarse" en las dependencias municipales ni el proyecto inicial --que obtuvo licencia en 2010--, ni el proyecto fin de obra de rehabilitación y remodelación del estadio que por valor de 7,7 millones incluyó las obras que Aligestión certificó por valor de 4,3 millones. Un proyecto fin de obra del que los técnicos afirman que no consta que haya obtenido licencia alguna.

"Esta primera valoración técnica municipal es más que preocupante y denota que el proyecto no fue fiscalizado por la entonces gerencia de Urbanismo de acuerdo a lo establecido en el anexo técnico que en 2006 acompañó al informe de valoración del estadio", ha dicho, y ha añadido que seguirán "buscando los dos proyectos hasta ahora desaparecidos para tener toda la documentación del expediente y poder así realizar tanto una visita técnica in situ al estadio como una nueva valoración técnica sobre si las obras realizadas se ajustaron a las obligaciones contraídas por Aligestión al comprar el estadio, una valoración con la que el equipo de gobierno adoptará las decisiones pertinentes".