Una pasajera de Renfe, Elena Guijarro, denunció ayer la «desatención» de la compañía tras perder el último tren de la línea Madrid-Alicante del domingo. Un retraso de media hora en otro convoy que la llevó desde Coruña a Madrid provocó que Guijarro, que viajaba con un bebé de dos años, perdiera el siguiente tren que debía devolverla a Alicante, con salida desde la estación de Atocha a las 21.05. De manera que se quedó «tirada» en Madrid en plena noche, con su maleta y un bebé. La pasajera recibió un nuevo billete para hoy, pero denuncia las «malas formas» del servicio de atención al cliente, donde se negaron a facilitarle la búsqueda de un hotel, alegando que «no era su papel buscarle un alojamiento». Guijarro anunció su intención de denunciar su caso ante la Oficina del Consumidor.