Fuentes de la conselleria que dirige Salvador señalaban ayer que desde ese año 2012 en el que deja de pagar sus deudas, Tarea Promotora tendría que haber entrado en concurso de acreedores. Pero no fue hasta el pasado 22 de mayo (tres días antes de las elecciones locales y autonómicas) cuando el consejo de administración de la EIGE decidió instar el preconcurso, lo que le daría un margen de cuatro meses para intentar llegar a un acuerdo con los acreedores. Finalmente, el preconcurso se instó el 17 de julio, aunque al empresario Enrique Ortiz no le interesa llegar al concurso ya que, por ley, sería el último en recuperar el dinero que aportó a la empresa (en última instancia, 5,53 millones). Por ello, el constructor ha propuesto ejecutar lo que se conoce como una «operación acordeón»: reducir el capital de Tarea Promotora a cero y después ampliar el capital con la intención de reestablecer el equilibrio patrimonial. El Consell acepta la propuesta porque le da la oportunidad de salir de la sociedad, romper su vínculo con Ortiz y evita las cargas económicas de un proceso concursal. v. c. m.