La UMH debe estudiar cuatro años de gestión presupuestaria en la ciudad de Alicante, entre los años 2011 y 2015, último mandato del PP, en tan solo tres meses desde la firma del contrato. En ese tiempo, tres meses, debe valorar «la situación financiera de la entidad en todo el período analizado, tanto desde la vertiente de ingresos como desde los gastos», según consta en el contrato suscrito entre el alcalde en representación del Ayuntamiento y la Universidad de Elche.
El Ayuntamiento le ha encargado a la UMH que valore «las situaciones de posibles desequilibrios, con el objetivo de facilitar la adopción de medidas de gestión correctoras que se puedan proponer. Adicionalmente, se propondrán al Ayuntamiento las acciones de mejora en aquellas áreas o parcelas que sean susceptibles, siempre en base a los resultados del estudio».
Desconcertante resulta comprobar que el contrato se firmó el pasado 25 de septiembre, pero ya el 8 de octubre, trece días después, el alcalde, Gabriel Echávarri, aseguraba que el «informe económico externo» arroja «sorpresas negativas», que no quiso revelar y que en aquel momento desconocían hasta sus socios de gobierno en el tripartito y la propia concejal de Hacienda. Sin haber transcurrido siquiera el primer mes de los tres de que se dispone para realizar el informe, el pasado 21 de octubre, el alcalde aseguró que «ya está ultimado». De hecho, está previsto que las conclusiones sean presentadas a lo largo de esta semana.
