El alcalde de Alicante, Gabriel Echávarri, aseguró ayer que se reunirá el 13 de noviembre con la embajadora de Suecia en España con el objetivo de «abrir vías de negociación» con Ikea para su implantación en la ciudad. El encuentro se producirá en Madrid y, según matizó el regidor, la pidió antes de que esta semana directivos de la multinacional se reunieran con los medios de comunicación para trasladarles la situación del proyecto actualmente.

En el encuentro con INFORMACIÓN el miércoles, la multinacional incidió en que, en estos momentos, para Ikea sólo existe el proyecto en Rabasa con macrocentro comercial, sin reducir ni un solo metro cuadrado de superficie comercial. La firma urge al Consell a resolver la Actuación Territorial Estratégica (ATE) en Rabasa, en un sentido o en otro, para poder decidir, a partir de ahí, qué hacer con el proyecto. Al respecto, la directora de expansión de Ikea Ibérica, Asunción Enrile, admitió que si se anula el ATE, el proyecto «no es viable» y a partir de entonces «podríamos hablar de otra cosa», en referencia a que se decidiría qué hacer con la inversión de 250 millones de euros y si se quedaría en Alicante o no.

Echávarri negó que tras esos contactos con medios de comunicación se hayan retomado los contactos entre la empresa y el Ayuntamiento, pero subrayó ayer que se reunirá el 13 de noviembre en Madrid con la embajadora sueca para abordar el asunto de Ikea. No sólo eso. El alcalde indicó que hablaran acerca de la Volvo Oceans Race y de la internacionalización de las Hogueras.

«Quizás dicen que no son los interlocutores adecuados», apuntó el alcalde, quien destacó que al equipo de gobierno la forma de actuar de los representantes de la multinacional del mueble les parece «extraño». Al respecto, indicó que «llegan dos y se van corriendo, luego llegan dos y no vienen al Ayuntamiento. Vamos a ver». Así aludía al plantón que dos representantes de la multinacional dieron al tripartito en una reunión en septiembre al ver aparecer a los fotógrafos y al encuentro que esta semana directivos de la firma mantuvieron con diferentes medios de comunicación sobre el proyecto.

Insistió en que el Ayuntamiento ofrecerá «otras opciones» a la multinacional con las dos premisas de «seguridad jurídica y rapidez» que solicitaron los representantes de Ikea. Echávarri aseveró que el equipo de gobierno es «muy flexible» y que pondrá sobre la mesa «muchas opciones», pero recordó a la multinacional que «en la ATE, el Ayuntamiento no tiene capacidad de negociación». «Por eso, como queremos que vengan cuanto antes les vamos a decir, queréis aquí, allí, allá». Insitió en que, a su juicio, la Actuación Territorial Estratégica es «un infierno procesal». Reclamó que las negociaciones con Ikea se realicen «en una mesa». Echávarri argumentó que las negociaciones están «abiertas» y, por ello, lamentó que «vengan a la ciudad y no vengan al Ayuntamiento, a pesar de la importancia para la ciudad».

Otro de los asuntos que abordará con la embajadora sueca será la Volvo. Echávarri incidió en que es partidario de que la ciudad se mantenga como punto de partida de la regata por etapas alrededor del mundo más allá del año 2017.

Echávarri también se mostró partidario de extender los efectos positivos de la salida de la prueba en Alicante más allá de la semana en la carrera parte de la ciudad cada tres años. «Tenemos que aprovechar la salida desde la ciudad», sentenció.