El alcalde, Gabriel Echávarri, y el concejal de Presidencia, Natxo Bellido, comunicaron ayer su intención de renunciar al cobro de las dietas por asistencia a las reuniones del pleno de la Mancomunidad de l'Alacantí, cantidad que ronda los 160 euros por cada integrante y sesión. Esta iniciativa se enmarca «dentro de la política de control y gastos y racionalización del cobro de dietas impuesto por el nuevo equipo de gobierno municipal», según defendió Bellido, quien reclamó que con el sueldo público «está suficientemente remunerada cualquier actuación que tenga que ver con la defensa de los intereses municipales». Bellido además apostó por reforzar el papel de la Mancomunidad «como coordinador de las políticas metropolitanas y como impulsor de las sinergias y proyectos comunes entre los ayuntamientos».