El equipo de gobierno local (PSOE, Guanyar y Compromís) aprobó ayer en el pleno, con el apoyo de Ciudadanos (C's), excluir la avenida Maisonnave del perímetro de libertad horaria comercial. La decisión, que antes de entrar en vigor tiene que ser ratificada por el Consell, conlleva que las medianas y grandes superficies de esta arteria comercial que superen los 300 metros cuadrados no puedan abrir todos los domingos y festivos como venían haciendo desde hace dos años. La propuesta aprobada ayer, con el único voto en contra del PP, rechaza también la petición que realizaron tres centros comerciales para que se les incluyera en la zona de la libertad horaria.

El pleno, celebrado por la tarde, arrancó con gran afluencia de público y con minutos de silencio en memoria de las víctimas de violencia de género, del exalcalde Fernando Flores y de la trabajadora de Aludium Maria del Carmen Sansano fallecidos este mes.

La reducción de la zona de libertad horaria comercial centró la sesión. La posibilidad de abrir todos los domingos y festivos se limitará al perímetro entre la calle Canalejas, Calvo Sotelo, Gerona, Rambla, Explanada y Casco Antiguo. Una zona donde se concentran pequeños comercios, de menos de 300 metros cuadrados, que ya podrían abrir todos los festivos si quisieran. Aunque los comerciantes del centro rechazaron la reducción del perímetro en el último Consejo de Comercio, el equipo de gobierno mantuvo ayer su decisión de dejar fuera Maisonnave. Echávarri incidió en que, no obstante, la propuesta salió adelante en este órgano consultivo (con el voto a favor de una única asociación de comerciantes) y calificó de «división democrática» la posición del sector.

Desde el tripartito esgrimen que, de esta manera, ninguna gran superficie comercial podría abrir los domingos en la ciudad y se evitaría el agravio denunciado por el resto de centros comerciales. El concejal del PP Carlos Castillo planteó como alternativa ampliar a toda la ciudad la libertad horaria, de modo que todos los grandes centros comerciales pudieran abrir. Algo que rechazó de plano el equipo de gobierno. «Solicitan tener las mismas condiciones de venta que tiene el El Corte Inglés y una vez que el nuevo perímetro esté aprobado carece de sentido la petición del resto de centros comerciales», esgrimió el alcalde, Gabriel Echávarri.

El primer edil, responsable del área de Comercio, defendió que la medida acordada ayer forma parte «del programa electoral» de los miembros del tripartito y aseguró: «No he engañado a nadie». Echávarri aludió al apoyo de Ciudadanos que en una semana ha pasado de rechazar la reducción de la zona de libertad horaria a apoyarla para asegurar que «ya somos los representantes de 100.000 alicantinos los que entendemos que no puede haber una zona donde una sola gran superficie pueda hacer negocio los domingos».

Más difícil lo tuvo Ciudadanos para explicar su cambio de postura. El portavoz de la agrupación, José Luis Cifuentes, fue quien lo hizo: «Alberti decía que a veces resulta difícil de entender la lógica del fluir de los ríos. Quiero decir que parece que tenemos una coincidencia con el PP en el objetivo de libertad horaria, pero en la situación actual nos encontramos con una competencia desleal que nos obliga a poner límites a esa zona y eso explica el sentido de nuestro voto, de nuestro fluir». Cifuentes insistió en el argumento de que su objetivo es «que todo el comercio de la ciudad que quiera abrir lo haga y nos gustaría cambiarlo para que eso ocurra», pero consideró que «hay que funcionar con lo que hay y que unos puedan abrir y otros no, no nos parece adecuado».

Echávarri incidió en que «no hay ningún informe y estaba en la mano de esa gran superficie haberlo presentado, que demuestre que es gente que viene de fuera a comprar» los domingos, porque «no me vale que sea gente del Pla o Carolinas, porque no es el objetivo», sino que «traiga turistas» de dentro o fuera de la provincia.

El alcalde cargó contra el PP, al que acusó de «estar hipotecados» y de haber «diseñado un corralito» al definir en 2013 la zona de libertad horaria, a lo que Castillo le replicó que se definió a instancias de las asociaciones de comerciantes.

La edil de empleo de Compromís, Sonia Tirado, aludió a un estudio de la Concejalía de Comercio para asegurar que desde que se implantó la zona de libertad horaria «no ha habido un incremento del volumen de negocio» y que si bien las contrataciones han aumentado «un 0,5%, el 86% son temporales y de fin de semana». Por su parte, Castillo defendió que «si el empleo es precario, luchemos, pero no destruyamos la posibilidad de crear empleo», al tiempo que calificó de «electoralista» la medida.