El plan de choque de limpieza que ejecuta la concesionaria (UTE Alicante) pasó ayer por el barrio de San Gabriel y se irá extendiendo por el resto de la ciudad, a excepción del centro y las playas, por donde pasará de puntillas. Cada día, los operarios prevén limpiar 12 kilómetros de aceras con furgones hidrolimpiadores de agua a presión para eliminar las manchas, según las estimaciones que realiza la propia empresa, que indica que también se recogerán diariamente de media 2.000 kilos adicionales de escombros, aparatos electrónicos y muebles tirados en la vía pública, fuera de los contenedores.
En cuanto a la reposición de papaleras prevén reponer 30 al día en cada uno de los barrios en los que se acometa el plan de choque. Un refuerzo que comenzó el lunes por el barrio de Gran Vía Sur y que durante los dos próximos meses se irá extendiendo por una treintena de barrios, muy necesitados de una limpieza a fondo.
Como avanzó este diario, las labores de limpieza se centran en el baldeo con agua a presión de aceras, plazas y zonas peatonales para eliminar las manchas sobre el pavimento. Una limpieza a fondo se complementa con barridos extraordinarios por la tarde - cada día le toca a un barrio - y de una recogida intensiva de escombros y enseres de la vía pública. La limpieza y adecentamiento de los contenedores de reciclaje se suma a las labores. Por donde pasan los operarios se deja notar la limpieza y el olor a fresa del ambientador con el que rocían la vía pública.
