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Carmen Vives Cases

«Una maltratada se desahoga primero con su médico»

«Habría que coordinarse con el pediatra para vigilar los efectos con los niños y niñas», afirma

«Una maltratada se desahoga primero con su médico» Isabel Ramón

¿Qué motiva esta investigación?

Llevamos 14 años investigando la violencia de género y enlazamos dos proyectos, uno europeo y otro nacional. Con la experiencia, partimos de que no se puede considerar a las mujeres maltratadas como colectivo, porque no son un grupo, sino en plural, muchos colectivos con diferentes circunstancias vitales que condicionan su salida al maltrato. Nos parece escandaloso que hoy en día, que hay tanta información, el colectivo del pueblo gitano sea invisible en la investigación.

¿La mujer maltratada va antes al médico que a la Policía?

Así es. Se desahogan con el médico. En un primer momento no están para denunciar y el sector de la salud es clave.

¿Qué encuentran en la consulta?

Una situación de seguridad donde poder consultar sin más consecuencias, algo que no encuentran en la policía. Por supuesto hay que ir y denunciar, pero debemos comprender que estas situaciones tienen sus fases. En la medicina pueden asesorarle y la confidencialidad es un factor clave para las mujeres que buscan ayuda, porque se sienten etiquetadas y pasan más desapercibidas. Pueden haber ido por un catarro del chiquillo simplemente.

¿Corresponde ese papel a los sanitarios?

El médico no sólo trata la enfermedad sino su riesgo y prevención, como la deshabituación del tabaquismo. Hay que reforzar la capacidad de respuesta del profesional, que se formen en violencia de género y se familiaricen con la situación con empatía, por la salud de las mujeres. Un maltrato es un problema de salud y hay que valorar los riesgos. En comparación por ejemplo con el estudio de que comer carne roja en determinadas cantidades tiene consecuencias, vivir toda vida con quien te maltrata psicológicamente tiene consecuencias muy graves: las hay que mueren.

Y todos los días...

Mi hipótesis es que es consecuencia de la reacción, positiva, de la mujer. Cada caso de muerte demuestra que las mujeres quieren romper con la realidad pero no cuentan con la seguridad necesaria. Es expresión del machismo mas redomado y en la medida en que las mujeres saben que no tienen por qué aguantar, deciden romper. Ese es el momento de mayor riesgo, la separación y el divorcio, más si hay niños que proteger.

¿Cómo debe actuar el médico?

La investigación señala que en casos detectados de violencia género habría que coordinarse con el pediatra para vigilar los efectos con los niños y niñas, que también lo sufren. Yo añadiría que debe ser incluso antes, cuando se va al médico por cualquier causa.

¿Cómo detectarlo?

Sería ideal que esa formación partiera de la carrera universitaria, pero no se hace todavía.

¿Y el papel de la sociedad?

La situación, más que triste, demuestra que estamos en una sociedad machista. Contrarrestarlo implica trabajar más en violencia de género, desde la educación. ¿Cómo puede un hombre sentirse capaz y con la potestad de tratar así a la mujer?, tenemos micromachismos a diario y no les damos importancia porque queremos sobrevivir.

Dígame alguno de los más desapercibidos.

Están a la orden del día. Instituciones que en sus puestos de responsabilidad las mujeres son menos. Somos más las que nos formamos en las universidades y me da vergüenza forma parte de cualquier sociedad, universidad o partido político, que en su vida ha tenido una rectora mujer. La mayoría dice que lo importante es la valía, ¿pero las mujeres no la tenemos? No se si es micro o macromachismo, pero es la punta iceberg. La conciliación la hacen las mujeres y condiciona las decisiones personales y profesionales.

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