La revisión del Plan de Acción territorial sobre Prevención del Riesgo de Inundaciones en la Comunidad Valenciana (Patricova) duplica la superficie afectada por el riesgo de inundaciones debido a la incorporación de un nuevo nivel de peligrosidad geomorfológica que se suma a los tradicionalmente considerados hasta ahora basados en la recurrencia de los periodos de inundación y calados.

El nuevo Patricova introduce así la peligrosidad asociada a los cauces, especialmente barrancos, vaguadas, llanuras de inundación, abanicos aluviales o torrenciales, zonas húmedas y restingas marinas con riesgo de inundación costera, entre otras.

La consellera de Vivienda, Maria José Salvador, que presentó el documento junto al director general de Ordenación del Territorio, Urbanismo y Paisaje, Lluis Ferrando y el subdirector general Vicent Doménech justificó la incorporación del riesgo geomorfológico en la existencia de «pequeños barrancos de cauce efímero, con alta peligrosidad causantes de la mayor parte de muertes por ese riesgo en España, con dos casos sufridos en la Comunitat en los últimos años en Finestrat y Benlloch» .

Como resultado de este nuevo criterio, basado en cambios normativos liderados por la Comisión Europea y en el desarrollo de técnicas cartográficas de gran precisión, el «nuevo» Patricova incorpora más de 200 nuevas áreas con «peligrosidad» antes con «riesgo de inundación» que junto a las consideradas en anteriores documentos sitúan a unos 600.000 valencianosmás del 12% de la población dentro de espacios susceptibles de sufrir inundaciones.

Según datos facilitados por la conselleria, la superficie inundable según los criterios seguidos en el Patricova de 2003 alcanzaría 144.817 hectáreas (un 6,2% del territorio) a las que se suman ahora 141.607 hectáreas que representan el 6,1% de la superficie de la Comunidad Valenciana.

Los objetivos del Patricova revisado son «la mejora del conocimiento y evaluación del riesgo, la ordenación preventiva de los usos del suelo, la reducción de cargas burocráticas y procedimentales, especialmente para los municipios con menos recursos, «la cooperación y colaboración administrativa y la gestión de la inundabilidad en la Infraestructura Verde», adelantó la consellera Maria José Salvador.

803 millones en actuaciones

Salvador recordó que en algunos casos es «mucho más eficiente» la utilización de la Infraestructura Verde como instrumento de prevención y protección frente al riesgo «que soluciones basadas en la obra civil». Sin embargo existen puntos críticos más de un centenar en los que el Patricova anterior preveía obras valoradas en 803 millones de euros de las que se han ejecutado totalmente un 30 %.