Antonio Asensio lleva 20 años viajando por España, gracias al Imserso, desde que se jubilara como empleado de la fábrica de aluminio de Alicante. A sus 84 años acaba de regresar del balneario de Cofrentes -única parte del programa que está vigente- y ahora mismo espera la carta del Imserso para ver si es uno de los beneficiarios de este año, y poder recorrer una parte de España junto a su mujer, como ya sucedió otras temporadas cuando visitó Reus, Salamanca, Menorca... «y muchos otros lugares de los que ahora mismo no me acuerdo, y eso que estoy en plena forma y a Cofrentes me fuí en mi coche». Antonio no entiende de retrasos, máxime cuando «según nos cuentan las vacaciones tienen coste cero para el Gobierno. Admito que si no hubiera Imserso yo podría seguir viajando, pero también que he conocido a muchos jubilados españoles, de pueblos pequeños, que gracias al Imserso salían de vacaciones por primera vez. De no existir la subvención no habrían viajado. Tienen que arreglarlo porque las ayudas económicas son clave. Estas vacaciones son buenas hasta para la salud. Nos olvidamos hasta de la medicación».
Luis Martín Pindado, presidente de la Unión Democrática de Pensionistas y Jubilados Españoles, llegará hoy a La Vila a pasar unos días, pero no gracias al Imserso, sino a su casa, pues este jubilado, anticipado en su día por la reconversión industrial, eligió hace unos años Villajoyosa para el «descanso y por prescripción facultativa». Martín Pindado considera que «no es de recibo que por la disputa de dos empresas se haya puesto en riesgo el futuro de más de 90.000 puestos de trabajo del sector turístico y las vacaciones de un millón de personas. Hay un concurso público y dos empresas que se presentan y tienen que aceptar las reglas del juego, que para eso estamos en democracia. Lo que pedimos a todas las partes es que lo arreglen y al Gobierno agilidad para resolver los temas».
El retraso actual no es nuevo. En 2012 las ventas de este programa comenzaron en las agencias entre el 3 y 10 de noviembre debido al retraso que originó la revisión de los Presupuestos, que implicó un recorte del 34% para los viajes del Imserso. Y en 2011 las ventas se iniciaron entre el 8 y 19 de octubre debido a que ese año -como este 2015- coincidió con el concurso para adjudicar su gestión, cuya licitación se retrasó. Por las experiencias anteriores estas circunstancias ya deberían haber sido tomadas en cuenta para evitar que se vuelvan a producir.
