«El final de una hoguera es la cremà pero aquí no se quemará porque no hay compromiso institucional». Es un extracto de la pancarta con la que protestaron ayer los vecinos de la partida rural de Vallonga. Este año durante las fiestas que cada mes de octubre celebran no han podido ver arder el monumento que iba a ser el colofón de su vigésimo quinto aniversario. El presidente de la asociación vecinal, Diego Moya, lamenta que «ha sido un disgusto tremendo» para el vecindario. Y especialmente para el tesorero de la asociación, Juan Gómez, que la ha construido durante los últimos cinco meses.

Como todos los años, la asociación de vecinos solicitó el permiso para celebrar sus fiestas con el epicentro en la plaza de Lo Cheperut. Y además de la tradicional petición de contenedores, puntos de luz, solicitaban también la cremà de la hoguera y hacer una barbacoa «y la sorpresa es que Participación Ciudadana nos denegó la cremà y la barbacoa porque está a 400 metros de una zona forestal, que si hubieran venido habrían comprobado que no tiene ningún peligro», explica Moya. De hecho, cuenta que el año pasado cuando se estrenaron con su primera hoguera «subió un camión con cuatro bomberos y nos dijeron que la podíamos haber quemado nosotros». La de este año tiene una altura de cinco metros y tres de base.

El problema radica en que dos puntos a menos de 500 metros están considerados zona forestal, aunque Moya explica que no tienen nada que pueda quemarse, por lo que van a solicitar, gracias a la sugerencia de la concejal de Partidas Rurales, Julia Angulo, que se elimine esa calificación. La edil acudió ayer a las fiestas y los vecinos aprovecharon para mostrar la zona en cuestión «que está desfondada y labrada y no tiene peligro y nos ha dicho que mandemos a la Conselleria una petición para que descalifiquen estos terrenos como forestales».

Los vecinos paliaron el enfado de no poder quemar su hoguera con una iniciativa que resultó muy emotiva. Repartieron los ninots entre los niños y «ha sido una maravilla tras el disgusto de no poder quemar la hoguera ni hacer la barbacoa». El asado de carne y embutido previsto se sustituyó por la elaboración de 22 cocas y 400 bocadillos. «No solemos hacer barbacoa pero al ser este año especial por el 25 aniversario la habíamos previsto», cuenta Moya.