Casa Mediterráneo pretende aumentar la calidad y cantidad de las actividades que organiza a partir de ingresos económicos "extraordinarios" procedentes del futuro alquiler de sus instalaciones a terceros para actos de diversa naturaleza.

En una entrevista concedida a Efe, el director general de Casa Mediterráneo, Miguel Oliveros, ha explicado que desea completar la obra de la sede, principalmente acristalamientos y la construcción de aseos, para poder desarrollar con plenitud las actividades y, además, arrendar sus salones con el objetivo de obtener dinero adicional.

Oliveros ha incidido en que esos arriendos a terceros se harían siempre dentro de la legalidad y para actividades acordes a la normativa, y el dinero ayudaría a incrementar la cantidad y calidad de las actividades.

Igual que hace por ejemplo Casa América, se podrían alquilar los salones para congresos, reuniones, actos de publicidad y otros eventos de tipo más particular, como cenas.

La sede de la institución, rehabilitada desde el "máximo respeto al patrimonio", cuenta con un aforo aproximado de 1.100 personas de pie ó 600 sentadas.

Previamente, Casa Mediterráneo debe culminar la obra y conseguir la "licencia municipal de actividades de pública concurrencia", para lo cual se han puesto en contacto con el ayuntamiento para conocer los requisitos necesarios.

Oliveros ha subrayado que Casa Mediterráneo es una plataforma de "diplomacia pública" y una estrategia más del Estado para desarrollar su actividad internacional, y abarca muchos campos en contacto con la sociedad civil, como el económico, político, tecnológico y científico, artístico, de cooperación e igualdad, entre otros.

En noviembre, organizará el día 12 una jornada internacional sobre la infancia en el Mediterráneo junto a UNICEF y la Oficina de Naciones Unidas en Ginebra, en el que se prestará especial atención a los niños inmigrantes, desplazados o refugiados y el terrible drama que viven.

Una semana después, el 19, también acogerá una conferencia del embajador en la misión especial para la Ciberseguridad, Ricardo Mor Solá, titulada "El papel de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) en la seguridad y cooperación en el Mediterráneo".

El director general ha destacado que últimamente se ha relanzado la idea de la "red de Casas", de la que forma parte junto a la de América, África, Asia, Árabe y Sefarad, para emprender acciones "conjuntas".

La institución impulsa acciones y actividades tanto en su sede central, de Alicante, como en la subsede (Benidorm), en otras instituciones tanto de la provincia como del resto de España, así como en las otras cinco casas de la red y en el extranjero, preferentemente en las embajadas situadas en las dos riberas mediterráneas.

Casa Mediterráneo está regida por un consorcio participado por el Ministerio de Asuntos Exteriores, la Generalitat Valenciana y los ayuntamientos de Alicante y Benidorm, y la relación entre todas estas administraciones es "absolutamente fluida y fácil", según Oliveros, ya que todas "comparten los mismos objetivos".

Como síntoma de la "excelente relación", ha comentado que tanto el alcalde de Alicante, Gabriel Echávarri, como el de Benidorm, Toni Pérez, acudieron al primer consejo rector, órgano que se volverá a reunir antes de 2016, y allí expresaron su "absoluto interés".

El Ministerio aporta 720.000 euros anuales y el resto de miembros tienen "voluntad y compromiso firme en contribuir económicamente a Casa Mediterráneo en la cantidad que cada uno pueda", según el director, quien ha añadido que aún queda tiempo hasta final de año para que todos pongan su parte o, en su caso, puedan pagar más adelante con efecto retroactivo.