La Concejalía de Urbanismo asegura haber llegado a un principio de acuerdo para reducir de seis a tres alturas los edificios de oficinas y comercios previstas frente a las plantas bajas del Barrio Obrero, tal y como vienen reivindicando los vecinos del distrito. A cambio, ofrece a los promotores poder ocupar más espacio de la parcela ubicada en la entrada de Alicante por la avenida de Dénia el sector dispone de 29.000 metros cuadrados para no perder metros edificables construidos.
En estos momentos, los técnicos municipales trabajan en la propuesta de redistribución que plantearán próximamente a la agrupación de interés urbanístico que promueve el proyecto, ya aprobado por el Consell. De hacerlo, tendrá que ser modificado.
El concejal de Urbanismo, Miguel Ángel Pavón, explica que hubo una reunión entre vecinos y promotores en la que estos últimos, según afirma el edil, aceptaron reducir las alturas de los edificios que se prevén justo enfrente de las plantas bajas del Barrio Obrero siempre y cuando no perdieran metros edificables. «Se puede hacer ocupando más superficie», indicó Pavón, quien señaló que también podría realizarse en planta, teniendo en cuenta que el plan contempla otros edificios en la parcela, pero sin estar justo delante de las plantas bajas del Barrio Obrero.
Los residentes del barrio vienen reclamando que los dos edificios que se proyectan entre sus casas y la avenida de Dénia no superaran las tres alturas, para evitar tener una pantalla que les dejara aislados. Pese a las protestas -llegaron a colocar pancartas reivindicativas en sus fachadas- y los compromisos de anteriores mandatos, el Consell aprobó el plan urbanístico en febrero de este año. En el proyecto aprobado se contemplan cinco edificios, dos de ellos justo delante de las casas del Barrio Obrero con seis plantas de altura. En uno de los extremos de la parcela, junto a la avenida de Dénia, se prevén otros tres edificios, uno de ellos de ocho plantas y otro de diez. No obstante son las dos edificaciones de seis pisos que coinciden frente a sus casas los que más preocupan a los vecinos.
Ya desde la oposición, Pavón reivindicó en más de una ocasión que se redujera la altura de estos dos edificios para evitar «encajonar» a los vecinos del barrio tras una pantalla que «les privaría de una adecuada insolación y lo ocultaría» desde la avenida de Dénia. Se trata de unos terrenos de gran valor junto a uno de los grandes accesos a la ciudad en los que podrían instalarse oficinas y comercios. En la parcela se reserva espacio para la estación de servicio existente, dotaciones y zonas verdes.
Por otro lado, Urbanismo prevé llevar al próximo pleno la denegación del recurso de reposición sobre el plan urbanístico presentado por uno de los propietarios de suelo.
