Numerosas autoridades y representantes culturales y sociales arroparon ayer, con su presencia en el salón de actos del centro de Secundaria más señero de la provincia, la celebración del 170 aniversario de la fundación del Instituto Jorge Juan.

El director, José Miguel Baeza, quiso explicar de antemano el por qué de no esperar a cumplir los 175 años de existencia: «Se debe a una extraordinaria coincidencia que concurre en el actual curso académico 2015-16», el centenario de la muerte de Francisco Giner de los Ríos, -uno de los más preclaros alumnos del instituto y fundador de la Institución Libre de Enseñanza-, y el 150 aniversario del nacimiento de Rafael Altamira, otro de los exalumnos más ilustres también.

No en vano, se trata del instituto de Secundaria decano de la provincia, el primero que impartió las enseñanzas medias. El acto conmemorativo se convirtió, por este motivo, en un homenaje al conjunto del profesorado «tan denostado en los últimos tiempos. Queremos reivindicar su figura y reconocer sus méritos», apuntó Baeza.

Cita provincial

Y rindiendo dicho homenaje acudieron a la cita, entre otros, la concejala de Hacienda, Sofía Morales, en representación del alcalde -que excusó su ausencia por su marcha a Bruselas; el teniente de alcalde, Natxo Bellido y los ediles Sonia Tirado, María José Espuch y Daniel Simón; los vicerrectores de la Universidad de Alicante, Nuria Grané, y de la Miguel Hernández de Elche, Javier Moreno; el vicepresidente de la Diputación, Carlos Castillo; los directores de la sede de la UA, Jorge Olcina, y del Instituto de Cultura Juan Gil Albert, José Ferrándiz; junto a Ignacio Ramos por la Fundación Altamira y el escritor José Luis Ferris.

Profesores y directores de numerosos centros públicos, así como antiguos alumnos, y padres y madres de los actuales estudiantes, sintieron sobre sus hombros el peso de la historia que albergan los muros del un instituto que fue calificado de «revolucionario» por su labor intrínseca en favor de la educación pública de los jóvenes desde hace ya 170 años «más allá de la mera alfabetización y persiguiendo la excelencia de tod0s ellos», como subrayó el director.

Una actuación de la Muixeranga d'Alacant recibió a los asistentes a su llegada al centro y, tras una interpretación coral e instrumental ya en el saló de actos, y la bienvenida del director, arrancó el acto académico con la lectura de la memoria conmemorativa que recordó, como recoge Asencio Calatayud, los primeros compases del centro en el caserón de la Asegurada, en el Casco Antiguo, donde el 25 de octubre de 1845 se celebró el primer claustro de profesores.

Primeros recortes

Los primeros recortes los sufrió el instituto a los siete años de iniciar su andadura. Obligaron a cerrar el internado de la segunda planta y el profesorado hizo causa común logrando reabrirlo al cabo de un año poniendo de su bolsillo.

El momento más crítico, no obstante, se sitúa en los primeros compases del siglo XX: «Si no se dota al instituto en breve del local adecuado, desaparecerá», contemplaba la memoria de 1892. Se había declarado en ruina total al edificio, que finalmente pasó a la calle Ramales, hoy Reyes Católicos, que a su vez se agrietó con el tiempo, decidiéndose en 1940 su actual ubicación en el Monte Tossal, en terrenos donados por el Conde de Casas Rojas.

El nombre de Jorge Juan lo adoptó el claustro de 1960 y su mayor masificación la vivió en los años 80, con más de 1.500 alumnos, número reducido a la mitad en la actualidad.

Pionero de casi todo, las anécdotas se sucedían ayer entre los presentes, que recordaban cómo estrenó el bachillerato nocturno y los programas de valenciano. Ahora sigue la ruta del plurilingüismo y de la FP Básica.