Los grupos ecologistas continúan con su intento de conseguir la recuperación del saladar de Aguamarga, gravemente afectado por la construcción de la desaladora del Canal de Alicante, que con la toma de agua a través de pozos que afectan al acuífero subyacente ha provocado la pérdida, según los ecologistas, de la lámina de agua, y la consiguiente desaparición de muchas especies de aves acuáticas, incluso llegando a afectar a la vegetación de saladar. Graves impactos a los que hay que sumar, según denucian, el vertido de escombros y basuras, la entrada de vehículos a motor en los antiguos esteros o la apertura de nuevos caminos entre la vegetación de saladar, que según estas entidades, provoca que el saladar de Aguamarga una zona húmeda de gran interés ambiental se encuentre en un lamentable estado de degradación.

Ante esta situación y después de haber pedido durante años la restauración del paraje a las diferentes administraciones con competencias en el mismo, los grupos ecologistas Amigos de los Humedales del Sur de Alicante (AHSA) Ecologistas en Acción, Asociación de Naturalistas del Sureste (ANSE) y Amigos de Sierra de Escalona (ASE) han presentado un escrito ante el Ayuntamiento de Alicante para pedir que se inicien conversaciones con la Mancomunidad de los Canales del Taibilla (entidad gestora de la desaladora ) y con la Dirección General de Costas (30 hectáreas del saladar pertenecen al dominio público marítimo terrestre) para consensuar la gestión ambiental en los terrenos de titularidad pública del saladar de Aguamarga y asimismo el inicio de los trámites para la declaración de los mismos como Paraje Natural Municipal.

Los grupos conservacionistas afirman en el escrito dirigido al consistorio alicantino que «la recuperación de esta zona húmeda debe ser una prioridad en las políticas ambientales del municipio, siendo un hábitat potencial para diferentes especies de fauna protegida» y asimismo consideran que «debidamente gestionado será un interesante lugar para la realización de actividades de educación ambiental para los ciudadanos de Alicante y del resto de municipios del entorno».

Por último, estos colectivos recuerdan que el saladar de Aguamarga es un espacio natural protegido desde 2002, por su inclusión en el Catálogo de Zonas Húmedas de la Comunidad Valenciana, por lo que el nuevo PGOU de Alicante debería clasificar esa zona como suelo no urbanizable de especial protección.