La normativa europea aconseja esperar a que lleguen los meses fríos para sanear las palmeras dado que la herida de poda propicia el contagio por picudo rojo, de ahí que el Ayuntamiento de Alicante anunciara hace apenas una semana a este diario que la actuación en los más de 18.000 ejemplares que hay en calles y parques de la ciudad comenzaría a partir de noviembre o diciembre como medida preventiva. Sin embargo, ese riesgo se ha ignorado y se ha procedido a la poda de las copas de más de medio centenar de palmeras del barrio de Benalúa ante las numerosas quejas de vecinos porque estaban muy crecidas, ensuciaban las aceras y chocaban las ramas contra ventanas y balcones.
La actuación, sin embargo, ha sorprendido a ciudadanos que saben que es mejor podar cuando hace fresco. Además, el aspecto que tiene ahora ese grupo de palmeras recién saneadas en la calle Santa María Mazzarello y otros viales de los alrededores de los juzgados contrasta con los ejemplares de aspecto pesado con grandes ramas secas y quebradizas por la falta de riego en la mayoría de avenidas de la ciudad, pese a lo cual están sanas y no tienen riesgo de rotura, dijo a este diario el concejal de Medio Ambiente, Víctor Domínguez, que afirmó que «aunque se vean feas no tienen ningún problema». Los operarios de la empresa de Jardines contratados por el Ayuntamiento explicaron que las palmeras saneadas en Benalúa en una actuación que empezó hace una semana y acabó ayer, pertenecen a la especie menos proclive al contagio por picudo, un insecto coleóptero que acaba secando el tronco.
«Son de la especie «Washingtonia filifera», la menos propensa al ataque de la plaga. Si fueran datileras o canarias, que sufren más el picudo, habríamos esperado», corroboraron fuentes municipales. Desde el Ayuntamiento indicaron que la poda de palmeras en meses más fríos es una recomendación general que se suele seguir, «intentamos hacer lo posible pero cuando hay una causa mayor hay que actuar. Si las palmeras están en una mediana o en un parque se puede esperar, pero si generan incidencias, como era este caso, hay que actuar».
El área de Medio Ambiente asegura que en el resto de la ciudad las palmeras, más de 18.000 ejemplares, se podarán de noviembre a enero, que es cuando menos vuela el picudo. De ellas, un tercio son «Washingtonia», la especie más resistente al contagio, y el resto datileras y canarias. Domínguez aseguró que la plaga de picudo está controlada en Alicante y que no ha llegado a paseos céntricos como la Explanada, donde sin embargo hace meses se talaron numerosos ejemplares secos.
También en Benalúa, en las proximidades del colegio y de la avenida Catedrático Soler, hay una palmera completamente seca, que los vecinos temen que tenga picudo. El concejal apuntó que está en un terreno particular y que se ha dado orden al propietario para que la sanee, y éste ha contactado con un palmerero para que actúe. «Para saber si es picudo habría que analizarla, puede haberse secado por otro motivo», concluyó el edil.
