La Conselleria de Sanidad enviará este mes más de 75.000 mensajes SMS a pacientes y sanitarios para tratar de incentivar las cifras de vacunación de la gripe, que se mantienen estancadas desde hace años. De hecho, el año pasado se vacunaron 264.936 personas en la provincia de Alicante frente a las 264.689 del año anterior. Todo pese a la virulencia del virus en los últimos años, con un elevado número de ingresos hospitalarios. En este sentido, según destacaron ayer desde la Conselleria de Sanidad, la media de vacunación es del 50% entre las personas mayores, y entre los facultativos sanitarios, la media roza el 44% de vacunación.

La campaña de vacunación de la gripe arrancó oficialmente ayer y se prolongará hasta el 31 de enero. Inicialmente se van a distribuir 745.060 dosis, de ellas 269.350 en Alicante, 84.800 en Castellón y 390.910 en Valencia. Habrá un remanente de 37.190 vacunas para los posibles imprevistos. En total se han adquirido casi 20.000 dosis menos que el año pasado, un recorte que Sanidad justifica en que «se ha ajustado la petición de unidades para devolver el mínimo posible sobrante, ya que el año pasado sobraron 70.000 dosis en la Comunidad». En todo caso, insisten desde Sanidad, «si hiciese falta aumentar el número de dosis se podría adquirir hasta un 20% -150.000- más». No obstante, la directora general de Salud Pública, Ana García, señaló ayer que no se prevé que la epidemia este año sea especialmente virulenta.

Desde la Conselleria de Sanidad destacaron ayer que este año se ha ahorrado 518.700 euros en la compra de vacunas respecto al año pasado. Por una parte, al haber ajustado la petición de unidades para devolver el mínimo posible sobrante. Por otra, al conseguir un mejor precio por unidad en la compra de las dosis.

Las personas que deben vacunarse frente a la gripe son aquellas que presentan un mayor riesgo de padecer complicaciones como consecuencia de la enfermedad: los mayores de 60 años; los niños y adultos con enfermedades crónicas o personas que conviven con enfermos crónicos o les atienden. Además, los trabajadores de centros sanitarios y los empleados de instituciones geriátricas. Igualmente se recomienda a bomberos, policías, fuerzas de seguridad, protección civil e instituciones penitenciarias.